Todo es m¨¢s f¨¢cil con Dembedowski
Si el delco est¨¢ h¨²medo o las bisagras chirr¨ªan, tres en uno. Era un spray lubricante y multiusos que machaconamente se anunciaba en la televisi¨®n de los ochenta como un remedio para todo. Ninguna puerta se resist¨ªa, ning¨²n coche se calaba, ninguna escopeta se atascaba. En el Bar?a parece que han encontrado tambi¨¦n su spray milagroso, de nombre Dembedowski, la simbiosis perfecta de este equipo que suena a fin del periodo entreguerras.
La f¨®rmula es sencilla. El extremo franc¨¦s aporta el lubricante para limpiar la herrumbre de cualquier gozne y abrir de par en par cualquier puerta. El ariete polaco se encarga de perforarla, de percutir por alto o por bajo, con el pie o con la cabeza, con el tac¨®n o con el empeine. Incluso se podr¨ªa decir que los dos mejoran adem¨¢s sus prestaciones juntos. Vimos a Demb¨¦l¨¦ cabrearse por un bal¨®n perdido (casi un ox¨ªmoron hasta ahora) para recuperarlo con rabia segundos despu¨¦s y servir el centro medido a la cabeza de Lewandowski, que la caz¨® al vuelo para cerrar un partido que se hab¨ªa complicado algo en el final del primer tiempo. Efectivamente, el Dembedowski es un b¨¢lsamo milagroso que va tonificando todas las l¨ªneas del Bar?a, cada vez m¨¢s engrasadas. Un spray multiusos que hasta ha convertido el p¨¢ramo deprimido del Camp Nou en un vergel de goles.