This is Anfield and this is Vinicius
Anfield, escenario sinigual. El marco, la historia, The Kop, la afici¨®n cantando el ¡®You¡¯ll never walk alone¡¯ antes del partido, tambi¨¦n al final, cuando los suyos perd¨ªan 2-5 y hab¨ªa que recordarles, una vez m¨¢s, que nunca caminar¨¢n solos. Con Kenny Dalglish llevando una corona de flores blancas para depositarla frente al sector de la afici¨®n madridista, sencillo y emotivo homenaje a Amancio. Liverpool-Real Madrid, partido por todo lo grande. Desde ah¨ª abajo 20 copas de Europa nos contemplaban, hubiera dicho Napole¨®n. Todo parec¨ªa pensado para homenajear al gran jugador desaparecido, al que sus sucesores ofrecieron una victoria legendaria.
Y eso que la noche empez¨® pintando muy mal, con Salah due?o de la situaci¨®n. ?l dio el primer gol a Darwin, pillando a¨²n dormida a la defensa blanca, y ¨¦l hizo el segundo, castigando la confianza de Courtois, que tom¨® un riesgo innecesario. Pero Vinicius sali¨® al rescate. Tambi¨¦n Nacho, que entr¨® por lesi¨®n de Alaba y tras unos comienzos titubeantes anul¨® a Salah. Y desde luego Modric, que en cuanto baj¨® el ritmo del partido cogi¨® los hilos. Pero sobre todo Vinicius, con un gol, y otro, y la falta que dio lugar al tercero, y la asistencia a Benzema en el quinto. Estuvo en todos los goles menos el cuarto. Y le sac¨® a Alisson la mejor parada del partido.
Una goleada que es un campanazo europeo, que recuerda a todos que aunque el Madrid se haya rezagado en LaLiga, en Europa sigue siendo el rey. Que puede levantarse de un r¨¢pido 2-0 conseguido por un Liverpool en¨¦rgico y afilado que desencaden¨® una tormenta de salida. Pero hay jugadores, hay temple, hay ganas, hay la velocidad implacable de Vinicius, la br¨²jula de Modric, la puntada de Benzema, cuyo segundo gol, quinto de la tanda, estuvo precedido de un cuarteo de banderillero grande, el sacrificio de Nacho, que merece mucho m¨¢s que ser un suplente correturnos. Hay el Madrid, en suma. El Madrid de Europa. El Madrid de Amancio.