Terapia con Ceballos
El f迆tbol no acostumbra a esperar a nadie, menos al Madrid, fiel a su tradici車n de cambiar historias ya escritas. La remontada blanca trasciende a la propia Copa y puede suponer un punto de inflexi車n, al menos de lado moral, para la temporada. El Madrid sorte車 otra derrota sonada gracias a un Ceballos superlativo, que aprovech車 la mala praxis defensiva del Villarreal. Porque no pudo haber toque de corneta sin el bajonazo amarillo. Durante casi todo el partido, se alarg車 como bloque, le falt車 aplomo en las disputas y se desvaneci車 entre l赤neas. Los contratiempos de Foyth y Albiol rompieron su eje y facilitaron la faena a un Madrid de buen ver en ataque, aunque no olvidara nunca su desatino atr芍s que qued車 claramente denunciado por Parejo, Chukwueze y Gerard Moreno. Lo de R邦diger y su nulo entendimiento con Militao o Mendy tuvo su miga. Por recurrente ya deber赤a inquietar a un Ancelotti que esquiv車 la cr赤tica con los cambios de Ceballos y Asensio.
El Madrid respir車 de otra forma con su entrada. Ceballos no se amilan車 por el resultado y sali車 beneficiado del contexto. Se arrog車 la responsabilidad creativa, movi車 el bal車n de un lado a otro, apareci車 en zona de finalizaci車n y empaquet車 la medular con un mayor concierto en los duelos. En 谷l se circunscribi車 la reacci車n del Madrid, que tambi谷n tuvo en Asensio un aliado de peso. Sus incesantes desmarques aflojaron las l赤neas del Villarreal, mientras que Vinicius sac車 de cintura a Mandi para desembocar el giro final del partido. El Madrid volvi車 de entre los muertos, una costumbre ciertamente insana por el peligro que conlleva, aunque estimulante para recuperar el pulso an赤mico. Har芍 bien en no contentarse y reparar de una vez sus desarreglos defensivos. Ni va ni se queda en la presi車n, ni cierra por dentro ni por fuera. Se posiciona mal y se despreocupa de las vigilancias. El milagro copero no esconde una realidad plausible, pero Ancelotti al menos logra ganar tiempo.
La defensa amarilla, parada

La remontada blanca nunca hubiera llegado de no ser por la falta de contundencia del Villarreal. Dej車 jugar en exceso al Madrid. Ceballos puede pensar y elegir el centro que origin車 el 2-2 de Militao.