Tarjeta roja a Israel ?Hace falta un VAR para la grada?
“La Ley del Deporte en Espa?a no prohíbe símbolos nacionalistas o independentistas si se exhiben pacíficamente”, aseguran desde Amnistía Internacional.
La pasada jornada, en el estadio de El Sadar de Pamplona, la afición de Osasuna mostró tarjeta roja a Israel en pleno partido contra el Real Madrid. Fue su forma de sumarse a una campa?a global que denuncia el genocidio en Gaza y que aficiones de otros equipos europeos, como la del Celtic de Glasgow, ya habían protagonizado en la Champions League. En el caso del Celtic, el club arrastra varias sanciones por lo que el comité de Control, ?tica y Disciplina de la UEFA considera “mensajes provocativos de naturaleza ofensiva”. En el caso de Osasuna, la reacción de LaLiga ha sido dar la callada por respuesta, al menos de momento.
Sin embargo, si miramos atrás, la cosa cambia. El 15 de octubre de 2023, en un partido que enfrentó al Eibar con la SD Huesca, un aficionado mostró una bandera palestina y fue expulsado por la Ertzaintza. Poco después, LaLiga envió una circular a todos los clubes dejando claro que los estadios no son lugares para mensajes políticos, sociales o religiosos.
Esto no ocurre solo en el fútbol. Hace unas semanas, el Maccabi de Tel Aviv jugó en Vitoria y Barcelona en una doble jornada de la Euroliga. En el partido contra el Baskonia, la grada del Buesa Arena se llenó de banderas palestinas y gritos contra Israel. Dos días después, en el Palau Blaugrana, la cosa cambió: los Mossos d’Esquadra prohibieron la entrada de cualquier símbolo relacionado con Gaza. ?El resultado? Solo se escucharon los cánticos, pero la afición culé hizo sentir su protesta. Mismo gesto, dos reacciones distintas.
El problema no es solo el doble rasero, sino que afecta de pleno al derecho a la libertad de expresión. Es cierto que este derecho tiene límites, pero, según la legislación, solo puede restringirse si hay razones de seguridad, orden público o protección de derechos de terceros. Y mostrar una bandera palestina en un estadio o en una cancha no incumple ninguna de estas condiciones. De hecho, la Ley del Deporte en Espa?a no prohíbe símbolos nacionalistas o independentistas si se exhiben pacíficamente.
Entonces, si las protestas pacíficas no alteran el orden ni incitan al odio, ?por qué se censuran? Ante el genocidio que está cometiendo Israel en Gaza, manifestarse de manera pacífica en un estadio o en cualquier otro lugar no debería ser un problema. Al contrario, es un derecho que debe ser protegido.
En Amnistía Internacional nos preguntamos si los errores arbitrales han llegado a las gradas. ?Necesitamos un VAR para revisar jugadas dentro y fuera del campo? Y si lo tuviéramos, ?quién se encargaría de tener la última palabra? ?Se aplicaría la ley o solo se interpretaría según convenga? Nosotros lo tenemos claro: respeto de los derechos humanos siempre.
Por Carlos de las Heras, responsable de Deporte y Derechos Humanos en Amnistía Internacional
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