Sin Mbappé y Vinicius no hay paraíso
Tiene el Real Madrid tantos quilates en las posiciones de ataque de su plantilla que ni siquiera el mal momento de sus principales estrellas, Vinicius y Mbappé, ha descabalgado al equipo en su carrera de fondo por la Champions. Ante el Atlético aparecieron dos actores que normalmente son secundarios, Rodrygo y Brahim, con dos goles de bandera que solucionaron la papeleta. Al contrario, la última jugada de ese partido en la que Mbappé y Vinicius desperdiciaron una contra clarísima es el fiel reflejo del bajón de rendimiento que viven ambos. Podían haber dejado sentenciada la eliminatoria, y no lo hicieron.
De Mbappé y Vinicius siempre hay que esperar lo mejor. Porque siempre terminan apareciendo en los momentos importantes. Vini lleva diez partidos en los que solo ha marcado un gol. Mbappé hizo el último el 19 de febrero. Fue en su hat-trick al City. Esa es la verdadera medida que tiene que dar el francés y para ello se le fichó.
Del mismo modo, Vinicius es The Best por su gol en la final ante el Dortmund y su doblete en semis frente al Bayern en la pasada Champions. Ya marcó en otra final, ante el Liverpool. Esos son los momentos especiales de los que se alimentan los cracks. Y eso es lo que el madridismo espera de ellos, porque si los dos no están a tope, será imposible volver a ganar. En el Madrid hay mucha calidad para que si no es el día de un galáctico termine asomando la patita otro. Es lo que sucedió en el Euroderbi con Rodrygo y Brahim. Pero mejor no tentar a la suerte.