Si De la Fuente activase el bot¨®n rojo

Zubimendi. A la tetracampeona de Europa (palabras mayores) y defensora de la Nations League le sale todo bien. A la grave lesi¨®n del mejor mediocentro del mundo, Rodrigo, le meti¨® en Murcia la anestesia de Zubimendi, que adem¨¢s de estar pulcro contra Dinamarca anot¨® el gol que dispara a Espa?a a los cuartos de esta competici¨®n que, m¨¢s all¨¢ de los lloros de los clubes, es uno de los mejores inventos que se le recuerdan a la UEFA, que ha cambiado amistosos incomestibles por partidos con su punto de ¨¦pica, como el de Suiza en el anterior par¨®n, y este contra la antigua Dinamita Roja.

Cuando Dinamarca fue campeona de la Eurocopa en chanclas en 1992, Espa?a no sab¨ªa si iba o ven¨ªa; y estaba bastante perdida. Si se examina el recorrido desde entonces de las dos selecciones, puede escribirse sin riesgo que los pa¨ªses n¨®rdicos no son el ejemplo en todo. Espa?a ha sabido construir una historia y Dinamarca la busca despu¨¦s de aquellos a?os dorados. Primero de Lerby, Eljkaer, Morten Olsen. Y luego, de Schmeichel, los dos Laudrup, Polvsen¡­

Riesgo. Volvamos a Zubimendi. Su gol en Murcia, con un precioso gui?o hist¨®rico (el toquecito de Merino al central dan¨¦s record¨® al de Bakero a Schmeichel en 1993 para facilitar el gol de Hierro que meti¨® a Espa?a en el Mundial de Estados Unidos), le pone en el mapa porque, adem¨¢s, la Selecci¨®n va a tener que sobrevivir con ¨¦l mientras no est¨¦ Rodrigo. Y parece que lo har¨¢ bien. En medio del tumulto y ¨¦xtasis de la victoria en la Eurocopa, pas¨® desapercibido que la segunda parte de aquella final contra Inglaterra en Berl¨ªn la jug¨®, y muy bien, Zubimendi, que sustituy¨® a un Rodrigo que hab¨ªa dicho basta. En general, se vio a una Selecci¨®n muy reconocible pese al alud de bajas. Y a una estrella.

Lamine no marc¨®, pero salta a la vista que vive en el planeta de los elegidos. Todo esto lo est¨¢ gestionando con una categor¨ªa formidable un seleccionador sin contrato. Cosas como estas no deben pasar en muchos sitios m¨¢s. El 13 de enero de 2024, Albert Luque, entonces director deportivo de la Selecci¨®n, adelant¨® en AS que Luis de la Fuente estaba renovado hasta 2026. Pero en medio de esta ensalada de intereses de Rocha, los barones de la FEF, el TAD y la Comisi¨®n Gestora, el contrato no est¨¢ activado. Con un seleccionador medi¨¢tico campe¨®n de Europa, el clima ser¨ªa irrespirable. Es posible que De la Fuente piense que no gana nada con eso, pero bastar¨ªa con que pulsase el bot¨®n rojo para dejar en evidencia la p¨¦sima gesti¨®n del post-rubialismo.