R¨¹diger se viste de Ramos

No podr¨ªa decirse que sin hacer ruido, como reza el t¨®pico, porque si algo tiene R¨¹diger es que no pasa desapercibido. Pero s¨ª, al menos, que poco a poco el alem¨¢n se ha ido ganando los galones en el Madrid hasta vestirse de Sergio Ramos. En Riad incluso calc¨® el gol del camero en Lisboa para volver a meter en la semifinal a su equipo tras el 0-1 tan tempranero. Fue su segundo gol en dos partidos consecutivos (tambi¨¦n emergi¨® ante el Mallorca), y ya es reconocida su capacidad salvadora de cara a la porter¨ªa contraria, de la que ya dio una primera muestra parti¨¦ndose literalmente la cara en Varsovia, en un partido de Champions que le marc¨® en todos los sentidos y por el que la afici¨®n del Madrid comenz¨® a enamorarse de ¨¦l.

R¨¹diger es el defensa que cualquier entrenador quiere tener en su equipo. No deja prisioneros en el campo sin entrar en un juego antideportivo, aparece una y otra vez como un tit¨¢n para dominar el juego a¨¦reo en todas sus vertientes y cae como un rayo a ambas bandas para anticiparse a cualquier delantero. Nacho pudo comprobarlo de cerca en Al-Awwal Park. Ni siquiera se le puede poner en su haber negativo el autogol en el que, simplemente, pasaba por all¨ª ante el error grosero de Kepa. Tambi¨¦n es R¨¹diger el jugador que cualquier t¨¦cnico querr¨ªa tener fuera del campo. En el vestuario es bromista, tira del carro e integra a los m¨¢s j¨®venes. Poco a poco y haciendo ruido, claro, R¨¹diger se ha convertido en un l¨ªder para el Madrid.

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