Rodrygo tambi¨¦n disfruta en el modelo pret¨¦rito
Son recurrentes las dificultades del Real Madrid para llegar al segundo pelda?o de la Copa, torneo que se le resiste sin explicaci¨®n posible o con todas las conjeturas que se quieran. Forman parte de los grandes misterios del f¨²tbol: un equipo que ha ganado m¨¢s Copas de Europa que ning¨²n otro, tanto por volumen total como por las obtenidas en los 10 ¨²ltimos a?os, no ha ganado ninguna en su versi¨®n nacional desde 2014 (la plet¨®rica noche de Bale en Mestalla), ni ha disputado final alguna desde entonces. No sorprendieron, por tanto, los apuros para imponerse al Cacere?o. Emergi¨® Rodrygo con todo su virtuosismo y resolvi¨® el problema en una jugada.
La gracia de la Copa en las primeras rondas reside en su capacidad para devolver el f¨²tbol a un territorio pret¨¦rito, privado del dinero, el dise?o, el technicolor y la vor¨¢gine medi¨¢tica que le caracteriza ahora. Es un f¨²tbol brevemente humanizado, pero que merece preservarse porque no es anecd¨®tico. Nos dice mucho de lo que significa para el pueblo llano y nos ofrece una mirada real no s¨®lo del f¨²tbol, sino del pa¨ªs.
El campo del Cacere?o estaba atiborrado de gente. Daba una impresi¨®n magn¨ªfica: noche de invierno, una fotograf¨ªa de gente apretada en los grader¨ªos, la expectaci¨®n desbordante, la presencia del equipo m¨¢s famoso del mundo en una ciudad que nunca ha contado con el suyo en la Primera Divisi¨®n. Era un hermoso viaje a un pasado que s¨®lo regresa una o dos veces al a?o, cuando la Copa recupera la vieja bandera y pone a todo el mundo a jugar, ricos y pobres, grandes capitales y peque?os ciudades, estrellas y jornaleros, estadios lujosos y campos sin pretensiones.
Al f¨²tbol le conviene este ba?o de realidad, entre otras cosas porque todo se reduce al m¨¦rito durante un partido, sin m¨¢s ropaje. Hace dos a?os, el Alcoyano elimin¨® al Real Madrid por estas fechas. En C¨¢ceres atraves¨® el encuentro a duras penas, frente a un rival que confirm¨® las buenas hechuras de los equipos espa?oles en segunda, tercera y cuarta categor¨ªa. Est¨¢n bien entrenados, bien dirigidos y bien armados para jugar. En una noche cualquiera pueden sorprender a los equipos de Primera, y de eso trata la Copa, de proponer esa posibilidad que tantas veces se cumple. El Real Madrid lo sabe muy bien.
El Cacere?o no regal¨® un instante al Madrid. Ni se resign¨® al sufrimiento defensivo, ni eligi¨® la aspereza. Prefiri¨® disfrutar del partido y jugarlo con excelente gusto. La incomodidad del Madrid se manifest¨® durante todo el encuentro, acentuada por la irregularidad del c¨¦sped. Sin embargo, el principal Madrid fue su dificultad para transmitirle miedo al Cacere?o, que comenz¨® el partido con la misma soltura con la que lo termin¨®.
Unos cuantos detalles de Asensio y el excelente gol de Rodrygo sirvieron para dejar nota del talento en el Madrid, oculto en jugadores como Hazard, que hizo mutis por el foro. Es tr¨¢gico el descenso de un jugador acreditado entre los cinco mejores del mundo cuando lleg¨® al Madrid y la realidad de su situaci¨®n actual. No jug¨® un minuto frente al Valladolid en la Liga y fue titular frente al Cacere?o en el primer partido de Copa. Ancelotti lo retir¨® del campo. Un minuto despu¨¦s, Rodrygo olvid¨® cualquier excusa con el c¨¦sped, limpi¨® a dos rivales y cruz¨® un tiro perfecto, suficiente para pasar ronda y proseguir la aventura en el torneo donde menos ¨¦xitos tiene el Real Madrid.