Querido diario (liguero)
Nunca acabar¨¦ de acostumbrarme a la Liga en agosto. Es cierto que el f¨²tbol es un deporte para todas las estaciones (y, como en la traducci¨®n de la peli de Fred Zinnemann, A Man for All Seasons, tambi¨¦n para la eternidad), pero, aunque pasaron aquellos tiempos en que Espa?a cerraba un mes por vacaciones, y se reparten los descansos por el a?o y las ciudades mantienen cierto ritmo, son inc¨®modas estas jornadas ligueras con todo a medio hacer. Las tribulaciones de un hincha estos d¨ªas tienen que ver con ilusiones por cumplir o frustraciones de fichajes que no llegan (no es Mbapp¨¦, sino mi Espanyol, ¨²nico equipo de los 42 clubes profesionales de Espa?a que a¨²n no ha fichado a nadie) en un mercado tieso (hasta las 23.59 del 1 de septiembre, ?pero qu¨¦ fecha es esa?). Aunque el balompi¨¦ lo aguante todo, el f¨²tbol en verano combina mejor con competiciones internacionales, como este ilusionante Mundial femenino, y con cierta languidez de pretemporada.
Hay que llevar un bal¨®n siempre a todas partes en el maletero. Comparto con Nanni Moretti la afici¨®n a coger la pelota y echar unos toques en cualquier sitio: en corto, concentrado en no dejar caer el bal¨®n; y tambi¨¦n, como prefiere Nanni, golpeando en largo, bum, chupinazo alto e intento de control de empeine. Con chicle, que dec¨ªa mi padre y repito yo a mis hijos. Como sus personajes, lo hago para evadirme, para abstraerme. Me centro en el esf¨¦rico y dejo un instante los problemas a un lado.
Aunque es buen nadador y en Palombella rossa interpret¨® a un waterpolista, el cineasta, tifoso del Milan desde ni?o (¡°El culpable es Gianni Rivera¡±), repite esta suerte de rito balomp¨¦dico en su nueva pel¨ªcula, El sol del futuro, como en aquel episodio isle?o de Caro diario. Sin embargo, en el que dedic¨® al Ferragosto romano, fiesta laica transalpina sin f¨²tbol (s¨®lo una vez en la historia, por el Mundial de Qatar, hubo calcio liguero antes del 15 de agosto), no cab¨ªa el bal¨®n. Entonces Moretti prefiri¨® montarse en su Vespa para espantar los males y comenzar su relato. Querido diario: despertamos pronto del bello letargo. Empieza la Liga, vuelve la realidad.