Que le den a la Champions
Al Camp Nou le sobran metros cuadrados y ante el Inter fueron hect¨¢reas. Demasiado espacio para achicar a un rival italiano. Solo cuando sepamos jugar sembrando la defensa de alambradas de espinos tendremos alguna opci¨®n en esta Europa de entreguerras. El empate sabe a la derrota que no sufrimos ante el Celta. El futuro del Bar?a no pasa por la Copa de Europa (la Champions es de pijos) y solo sobre la piedra de la Liga empezaremos a edificar nuestra Iglesia.
Los que somos del Bar?a cuando gan¨¢bamos una Liga cada 14 a?os no entraremos en depresi¨®n por un empate con sabor a derrota. La pena es no poder siquiera echar la culpa al ¨¢rbitro, como hace una semana en Mil¨¢n. El cul¨¦ perif¨¦rico y pontevedr¨¦s, criado a mil kil¨®metros de distancia, no necesita palancas ni rescates para evitar la melancol¨ªa profunda. De ni?os ya le¨ªamos el Dicen a finales de los 70 y estamos curados de espanto m¨¢s que en la Fuente de Canaletas. Seg¨²n escribo estas l¨ªneas, mi hijo Mario me ha llamado para decirme que solo espera la tarde del domingo, esa en la que empezaremos a ganar la Liga antes de llegar al final de la primera vuelta. Si vencemos en el Bernab¨¦u, algo habitual en los ¨²ltimos a?os, el t¨ªtulo nacional empezar¨¢ a te?irse de azulgrana. Con eso me quedo. Que le den a la Champions o como ahora se llame esa competici¨®n h¨ªbrida. Los cul¨¦s del extrarradio solo tenemos hambre de Ligas.