?Qu¨¦ gesto!
Hay una escena en Cyrano de Bergerac en la que, tras bajar a puntapi¨¦s del escenario al infame actor Montfleury, el espadach¨ªn arroja una bolsa llena de monedas al p¨²blico para compensar la cancelaci¨®n de la obra. Cuando despu¨¦s su amigo Le Bret le recrimina el dispendio de lo que eran sus ¨²nicos ahorros, ¡°Tirar as¨ª el dinero, ?qu¨¦ locura!¡±, Cyrano responde: ¡°S¨ª, pero ?qu¨¦ gesto!¡±
Me fascina ese esp¨ªritu que antepone a todo el honor, la manera en la que nos desenvolvemos por el mundo, la imagen que de nosotros trasladamos a los dem¨¢s. Cuando el otro d¨ªa ve¨ªa la etapa del Tour, en el momento en que Vingegaard tras la ca¨ªda de Pogacar decide esperar a su m¨¢ximo rival, en lugar de atacar como habr¨ªan hecho otros, record¨¦ esa escena y pens¨¦ en que seguro alg¨²n Le Bret grit¨® frente al televisor: ¡°Arriesgar as¨ª la victoria, ?qu¨¦ locura!¡±. As¨ª que, en la soledad de mi sal¨®n, declam¨¦: ¡°S¨ª, pero ?qu¨¦ gesto!¡±
No s¨¦ si en el deporte se est¨¢ perdiendo ese supuesto esp¨ªritu con el que en teor¨ªa se cre¨®. Supongo que es lo t¨ªpico que decimos las personas que nos estamos haciendo mayores y pensamos que todo tiempo pret¨¦rito fue mejor. Pero s¨ª es cierto que ese tipo de gestos son tan poco habituales hoy en el deporte de ¨¦lite como dignos de agradecimiento. Hay quien dice que la ¨²nica meta es ganar. Yo discrepo. Se debe ganar, s¨ª, pero no a cualquier precio. Nunca, por ejemplo, a costa de que tu imagen, la de tu equipo, la de tu club, no quede ya da?ada, sino que se haga m¨¢s peque?a.
En una escena de The Damned United se ilustra un cap¨ªtulo de la enemistad de Brian Clough hacia Don Revie cuando el primero, siendo entrenador del Derby, abronca al segundo por presentarse con el equipo suplente en un partido de liga, dos d¨ªas antes de que el Leeds jugara la semifinal de la Copa de Europa frente al Celtic. El m¨ªtico Clough abronca a Revie, dici¨¦ndole que jugar con los reservas es un insulto al p¨²blico del Derby, del Baseball Ground, a su gente.
Se imaginan a un m¨ªster de hoy enfadado porque el rival ha dejado en el banco a sus mejores jugadores? Habr¨¢ quien dir¨¢ que eso puede ir en contra de sus propios intereses deportivos, que ante los suplentes es m¨¢s probable ganar el partido. La respuesta es: ¡°S¨ª, pero ?qu¨¦ gesto!¡±