Perd¨®nalos, Martin
C¨®mo tiene que ser la temporada del Espanyol para que el jugador m¨¢s d¨ªscolo del pasado verano, que lleg¨® a fugarse de una concentraci¨®n, a permanecer 48 horas en paradero desconocido y que nunca lleg¨® siquiera a disculparse ante sus aficionados, sea indiscutiblemente el ¨²nico que sustenta las opciones de ascenso. Martin Braithwaite. Lo que deber¨ªa ser una exigencia, una obligaci¨®n, una necesidad para todos sus compa?eros. Para su entrenador. Para el director deportivo. Y para una directiva que no lleva dos d¨ªas sino a?os desaparecida. Perd¨®nalos, Martin, porque no saben lo que hacen.
Sin Pere Milla, pero tambi¨¦n sin Aguado, con un mediocampo de cemento en casa de los alfareros, justo despu¨¦s de haber proclamado en la previa ¡°yo no soy un entrenador defensivo¡±, ofreci¨® Ramis m¨¢s de lo mismo ante el en¨¦simo rival que le ha perdido no el miedo sino ya directamente el respeto a un Espanyol que de tanto repetir que es de Segunda se lo ha acabado creyendo. Lo lamentable es que eso le puede costar a?os en la categor¨ªa de plata.
Directo, rampl¨®n, previsible, al conjunto perico le falt¨® como de costumbre nervio, v¨¦rtigo y todo lo necesario para subir. Para alcanzar incluso un liderato provisional que en el pa¨ªs de los ciegos que est¨¢ siendo esta temporada en Segunda le regalaban a un tuerto que prefiere autolesionarse en los ojos que situarse en las plazas de ascenso que jam¨¢s deber¨ªa haber abandonado.
Tan s¨®lo la seguridad de Joan Garc¨ªa, el tino de Omar en una de sus incorporaciones ¨Cen el estadio donde se estren¨® como titular, la noche en que el Espanyol se proclamaba campe¨®n de la categor¨ªa hace tres a?os¨C y, por supuesto, Braithwaite con su decimoctavo gol del curso, que se dice pronto, salvaron los muebles de un conjunto perico que para no ser defensivo volvi¨® a amedrentarse tras el 0-1, hasta que el Alcorc¨®n encontr¨® el empate. Ese signo que no hace tanto tiempo, cuando lleg¨® al club blanquiazul, Ramis catalog¨® como sin¨®nimo de derrota. C¨®mo hemos cambiado.