Partido industrial, noche feliz

Tocaba remangarse. Las ausencias de Bellingham y Ceballos y la obligaci¨®n que ten¨ªa Fede Valverde de jugar como lateral hac¨ªan muy dif¨ªcil que el Madrid realizara un partido brillante ante el Atl¨¦tico. Con una media de m¨¢s m¨²sculo que calidad (Camavinga-Tchouameni) tir¨® de oficio y le sali¨® bien. Hizo un partido industrial, muy del estilo Cholo, en el que decidieron dos golazos de Rodrygo y Brahim.

Dos fogonazos que alumbraron un partido gris y excesivamente t¨¢ctico del equipo blanco que a pesar de todo puede sentirse feliz, porque cumple la misi¨®n que ten¨ªa encomendada. Ir al Metropolitano en ventaja para poder explotar all¨ª las principales cualidades que tiene esta plantilla, que no son otras que la velocidad de los tres de arriba, Vinicius, Mbapp¨¦ y Rodrygo.

Pero al Madrid hay que pedirle algo m¨¢s. Hay que pedirle un cierto dominio de la situaci¨®n, que tenga m¨¢s peso con el bal¨®n y que sea capaz de generar m¨¢s ocasiones. Modric dio otro aire al equipo cuando entr¨®. Ancelotti ten¨ªa la coartada de sentarle porque se exprimi¨® ante el Betis, pero en la vuelta el concurso del croata es imprescindible para poder darle sentido al juego. De ¨¦l y de Bellingham, aunque el sustituto del sancionado ingl¨¦s, Brahim, result¨® ser el mejor del partido. Falt¨® f¨²tbol y espect¨¢culo y prevaleci¨® la t¨¢ctica, pero tal y como llegaba el equipo fue una noche feliz.