Paralelos en la salud y en la enfermedad
14 a?os desde que Espa?a y Alemania se enfrentaron en un gran torneo

Han pasado 14 a?os desde la ¨²ltima vez que Espa?a y Alemania se enfrentaron en una de las dos grandes competiciones del f¨²tbol. Ocurri¨® en la ciudad sudafricana de Durban y se trataba de la semifinal de la Copa del Mundo de 2010, partido c¨¦lebre por el cabezazo de Puyol que signific¨® la victoria y el pase a la final. Tan recordado o m¨¢s que aquel enfrentamiento fue el anterior, en el Pr¨¢ter de Viena, escenario de la final de la Eurocopa 2008, momento inici¨¢tico del periodo m¨¢s feliz del f¨²tbol espa?ol, que dobl¨® la rodilla en el Mundial de Brasil 2014. Lo gan¨® Alemania ¨Cinolvidable su brutal repaso a Brasil (7-1) en Belo Horizonte¨C, conectada a un modelo espolvoreado por varios matices propios de la Selecci¨®n espa?ola. En Stuttgart, el viernes, vuelven a reunirse alemanes y espa?oles. No es la final, ni tan siquiera la semifinal, pero es el mejor partido que hoy por hoy puede verse en esta edici¨®n de la Eurocopa.
El f¨²tbol devuelve al primer rango a dos selecciones que recorrieron juntas los a?os de ¨¦xito (2008-2014) y juntas entraron en un considerable periodo de oscuridad. Espa?a fue eliminada en la primera ronda del Mundial de Brasil y en los octavos de final de los dos siguientes torneos (Rusia 2018 y Qatar 2022). Alemania padeci¨® los mismos problemas. Termin¨® en ¨²ltima posici¨®n de su grupo en el Mundial 2018 y tambi¨¦n se estrell¨® en la primera fase del torneo en 2022, en medio de contundentes cr¨ªticas a los jugadores y al seleccionador, Hansi Flick, ahora t¨¦cnico del Bar?a.
Los dos equipos han recorrido caminos paralelos en los buenos y en los malos tiempos. Han bastado dos semanas para cambiar las percepciones previas a la Eurocopa. Alemania, que convenc¨ªa en los ¨²ltimos meses, contaba m¨¢s en los pron¨®sticos por su condici¨®n de local que por las sensaciones que transmit¨ªa. El regreso de Toni Kroos, especialmente atacado en el Mundial de 2018 por los sectores m¨¢s intransigentes de la cr¨ªtica, se interpret¨® como una potente baza sentimental para un equipo de buena factura, con veteranos de prestigio y algunos de los j¨®venes m¨¢s prometedores del panorama europeo (Musiala y Wirtz), pero con un d¨¦ficit en el liderazgo.
Espa?a lleg¨® a la Eurocopa con el lastre de su rendimiento en los ¨²ltimos a?os, aliviado por la buena Eurocopa que complet¨® en 2021, en las dif¨ªciles circunstancias de la pandemia. Con menos expectativas de las habituales, la Selecci¨®n juega de maravilla y ha ganado todos los partidos. Hasta ahora, es el mejor equipo de la Eurocopa, por eficacia y soltura en el juego, beneficiado por la velocidad y los recursos t¨¦cnicos de sus dos j¨®venes estrellas, Nico Williams y Lamine Yamal, extremos que por sus caracter¨ªsticas permiten un f¨²tbol m¨¢s vers¨¢til y, llegado al caso, m¨¢s vertical.
A diferencia de lo que ocurre con otros seleccionadores, el ingl¨¦s m¨¢s que ning¨²n otro, De la Fuente ha obtenido lo mejor de sus jugadores, que trasladan una vibraci¨®n especial, de disfrute, tan rara en esta clase de competiciones, donde el estr¨¦s y el agarrotamiento suelen pasar factura. A diferencia de Espa?a, cuyo funcionamiento ha sido tan estable como brillante, Alemania ha sido un equipo de momentos, a ratos de altos vuelos y en otros de vuelo corto. Mientras De la Fuente probablemente sopesa el cambio de Pedri por Dani Olmo, Nagelsmann ya ha retirado a titulares de los dos primeros partidos ¨Cel lateral izquierdo Mittelstadt y el media punta Wirtz¨C y ha dado entrada a Raum y a San¨¦. Tambi¨¦n es m¨¢s que posible la presencia del central Schlotterberg en lugar de Tah, decepcionante en el encuentro con Suiza.
Son, en cualquier caso, dos selecciones que convocan a una idea imaginativa del f¨²tbol. Espa?a, con el rigor cartesiano de sus centrocampistas y el ingenio de sus extremos. Alemania, a trav¨¦s de su abundante colecci¨®n de centrocampistas, sin un delantero centro fijo, salvo que la cosa se ponga fea y el t¨¦cnico tire de F¨¹llkrug.
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