Para Young Boys, el Barcelona
Aliviados por el postrero gol de Correa en el derbi madrile?o que reduce los da?os colaterales de no haber jugado en Pamplona con las orejas tiesas y el hocico afilado, como le ped¨ªamos en la v¨ªspera, el Bar?a debuta en casa en este extra?o formato Champions despu¨¦s de recibir el primer aviso. Flick se justific¨® diciendo que deb¨ªa rotar ante la plaga de lesiones, y es cierto, aunque cualquier empleado del club le debiera haber dicho que para rotar mejor cualquier sitio antes que en Pamplona. Con la lecci¨®n aprendida, le viene al entrenador su primera monta?a rusa en nuestro pa¨ªs: Copa de Europa hoy y El Cl¨¢sico a la vuelta del par¨®n. Es de suponer que nadie tenga que recordarle lo de las orejas y el hocico para lo que viene.
Mientras, a curar heridas esta noche. Nos visita un equipo suizo de nombre Young Boys. Que nadie se f¨ªe. Lo de ¡®chicos j¨®venes¡¯ es una enga?ifa para pillarnos despistados. Ese nombre s¨ª le viene al pelo en cambio al actual Bar?a, m¨¢s por hacer de la ¡®necesidad virtud¡¯ (por parafrasear al presidente del gobierno) que por haberlo programado as¨ª desde su fundaci¨®n, obra precisamente de un suizo, Joan Gamper.
Al Bar?a no se le puede pedir que gane la Champions League porque no est¨¢ ahora para esos trotes, pero s¨ª que vaya recuperando parte del prestigio perdido en los ¨²ltimos a?os.