Obsesi車n
El obseso del f迆tbol 〞entre los que tal vez me encuentre〞 no deja de pensar en su deporte favorito en verano, aun cuando no haya competici車n. Si se halla descansando de turismo rural, en alg迆n paraje natural de Asturias, ve en cada prado un c谷sped magn赤fico para un partidillo. Si disfruta de una cerveza en el chiringuito playero y divisa, a lo lejos, c車mo el mar en su retirada ha dejado la arena alisada y compacta, lamenta que no est谷n sus colegas para disputar la perfecta pachanga veraniega.
El antrop車logo brit芍nico Evans-Pritchard se quejaba de que los Nuer 〞una de las tribus africanas que estudi車〞 se pasaban la mayor parte del tiempo hablando de vacas, novillos y bueyes. De la misma manera, la conversaci車n de los Kawelka 〞una tribu de las tierras altas de Pap迆a Nueva Guinea〞 gira en torno a los cerdos, a cuya crianza dedican todo su tiempo. No entienden que los occidentales est谷n obsesionados por el dinero, el poder o el deporte, cuando todo el mundo sabe que lo 迆nico relevante es poseer cerdos para poder realizar regalos en forma de piaras y convertirse as赤 en un l赤der, al que llaman ※gran hombre§.
El espa?olito de la tribu balomp谷dica no deja de hablar de f迆tbol por la pasajera circunstancia de que no haya partidos. No mide solo el espacio en t谷rminos de un rect芍ngulo de juego, sino tambi谷n el tiempo. Joaqu赤n cuenta un chiste en que un amigo se encuentra a otro, cabizbajo, por la calle. ※Mi mujer me ha dejado porque dice que soy un obseso del f迆tbol§. El primero empatiza con el reci谷n abandonado: ※Vaya tela, t迆 llevabas tiempo con tu pareja, ?no?§. Y el otro contesta, indignado: ※?18 temporadas!§.
A veces la obsesi車n futbolera muestra s赤ntomas inequ赤vocos desde temprana edad. Hace unos a?os, un colega docente contaba que hab赤a pedido en un examen que el alumnado expusiera los datos principales sobre C谷sar Augusto. Uno de sus pupilos, seguro de sus conocimientos, escribi車: ※Augusto C谷sar Lendoiro: presidente del Depor§. En el pr車ximo examen de septiembre estoy pensando en preguntar a mis alumnos por el antrop車logo Evans-Pritchard, pero temo que alguno se descuelgue hablando de otro Pritchard, que juega en el Sunderland. En cuyo caso, tendr谷 que darle, al menos, medio punto.