Nostalgia
Fernando Fern¨¢n G¨®mez ten¨ªa raz¨®n: las bicicletas son para el verano. Con tanto f¨²tbol durante todo el a?o, no est¨¢ de m¨¢s descansar de competiciones futbol¨ªsticas durante unas semanas. Sin embargo, para los que este deporte constituye algo as¨ª como el ritmo vital que marca los d¨ªas y los trabajos, nos sentimos sin referente, como n¨¢ufragos en un inmenso oc¨¦ano sin poder atisbar ad¨®nde anclar nuestra ilusi¨®n de cada fin de semana. A falta de partidos en directo, suelo echar mano de encuentros memorables que se disputaron hace d¨¦cadas. Antes ten¨ªa el Espa?a-Malta en un VHS y a ¨¦l recurr¨ªa, con mis colegas, cuando quer¨ªamos salpimentar de f¨²tbol alguna velada dom¨¦stica. Hoy basta con visitar alguna de las p¨¢ginas web que se han especializado en recopilar partidos hist¨®ricos.
A pesar de que la gracia del f¨²tbol radica en la imprevisibilidad del juego y la incertidumbre del resultado, los que vemos partidos pret¨¦ritos buscamos el puro deleite art¨ªstico a ra¨ªz de tal o cual jugada, el reconocimiento de c¨®mo el entrenador modific¨® ¡ªsobre la marcha¡ª su esquema para contrarrestar el del rival o, simplemente, el goce de reencontrarnos con algunos jugadores que ya no est¨¢n. Hay algo de nostalgia y de hacerse viejo en esta pr¨¢ctica. Con los a?os, Borges se enorgullec¨ªa m¨¢s de sus relecturas que de sus lecturas: ¡°Creo que releer es m¨¢s importante que leer, salvo que, para releer, se necesita haber le¨ªdo¡±. No recuerdo qu¨¦ poeta afirmaba que una mujer mayor solo le parec¨ªa bella a aquel para quien hubiera sido su primer amor. Con la edad, buceamos en lo que se fue y nos hizo feliz: aquel paisaje, aquella chica del colegio, aquel partido de f¨²tbol que nos hizo vibrar hasta no poder conciliar el sue?o por la noche.
Ayer vi en el televisor ¡ªpor en¨¦sima vez¡ª ?rase una vez en el Oeste. Claudia Cardinale me pareci¨® igual de hermosa y sensual que cuando la descubr¨ª como adolescente y qued¨¦ paralizado por su belleza un tanto naif y salvaje, al mismo tiempo. Hoy ver¨¦ en internet cierto partido deslumbrante de alg¨²n Mundial. Me sentir¨¦ tal vez algo viejo, pero tambi¨¦n feliz de haber podido gozar con tantos instantes arrebatadores, ef¨ªmeros pero perdurables en la memoria. Espero encontrar a Ruud Gullit tan ¡°todocampista¡± como me pareci¨® en su d¨ªa. Feliz verano. Hasta siempre.