No hubo m¨¢s milagros
Una de las definiciones de ¡®milagro¡¯ que recoge la RAE es: ¡°Suceso o cosa rara, extraordinaria y maravillosa¡±. Esa es la acepci¨®n que m¨¢s se acerca al uso que hacemos de esta palabra en el deporte. Un milagro deportivo es, por ejemplo, la victoria de la Selecci¨®n de balonmano el mi¨¦rcoles ante Noruega, cuando logr¨® voltear los cuartos con un gol de Dani Dujshebaev a falta de cinco segundos, cuando ten¨ªa todo perdido. Pero los milagros, como dice la Real Academia Espa?ola, son ¡°cosa rara, extraordinaria y maravillosa¡±, por lo que no se suelen repetir con frecuencia. Si convertimos los milagros en una rutina, dejan de serlo. Hay que agarrarse a ellos como algo excepcional, no habitual. En la competici¨®n de ¨¦lite, no se puede vivir siempre en el alambre, ni confiar el destino s¨®lo al coraje. Esta vez no hubo milagro ante Dinamarca, porque para tumbar a un equipazo como el n¨®rdico, hay que aportar algo m¨¢s que ganas.
Los Hispanos nunca dejaron de creer, esa es una cualidad inherente a su personalidad, est¨¢ en su ADN, y hasta rozaron una nueva gesta cuando se pusieron dos veces a un gol en la ¨²ltima fase del partido. Pero la ¨¦pica se qued¨® corta. Espa?a no perdi¨® por lo que hizo en ese tramo. De hecho, acab¨® mejor que Dinamarca en la segunda mitad: 13-11. El problema fue la primera parte, que oblig¨® siempre a ir a remolque. Para doblegar a la actual campeona del Mundo, hay que estar activados y acertados durante la mayor¨ªa del choque. El a?o pasado, en el Europeo, ocurri¨® al rev¨¦s. Los daneses llegaron confiados a la semifinal y lo pagaron caro. Esta vez ten¨ªan la lecci¨®n aprendida. Y supieron agrandar la brecha. Los jugadores espa?oles, con P¨¦rez de Vargas al frente, hicieron la misma autocr¨ªtica al t¨¦rmino del partido. Lo bueno es que saben en qu¨¦ han fallado¡ y saben c¨®mo levantarse. Ya lo han hecho otras veces. Toca luchar por el bronce.
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Joaqu¨ªn Maroto
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