No era tan dif¨ªcil
No era tan dif¨ªcil hablar tan claro como lo hizo Xavi ayer en sala de prensa. O no deber¨ªa serlo, m¨¢xime cuando los cul¨¦s nos vanagloriamos de ser una afici¨®n moderna y comprometida, la propia de un club que dice ser m¨¢s que eso, m¨¢s que un club, emblema de una ciudad y un pa¨ªs que no se conforman con el estatus establecido ni con los roles del pasado. ¡°Mi apoyo incondicional a Jenni y las futbolistas¡±, dijo el entrenador del Bar?a convertido en portavoz de la afici¨®n, que no del propio club, al menos a tenor del tibio comunicado emitido el viernes. ¡°Y condenar la conducta del presidente de la RFEF, que me parece inaceptable¡±.
Esper¨¢bamos mucho m¨¢s de Laporta y su junta quienes entendimos este su segundo mandato como una oportunidad de romper amarras con el formalismo establecido y remover unos cimientos que, en el mundo del f¨²tbol, tienen mucho que ver con todo aquello que cualquier persona de bien querr¨ªa tener lejos: machismo, homofobia, racismo, violencia, corrupci¨®n¡ No es que le exigi¨¦ramos una pancarta gigantesca en los morros de Las Rozas, en¨¦rgica y contundente, para dejar claro a Rubiales que el Bar?a no est¨¢ por la labor de validar sus actitudes y comulgar con sus excesos. Pero se esperaba mucho m¨¢s que un comunicado que parece escrito por una aplicaci¨®n de IA con el mismo coraz¨®n que un click de Playmobil.
Nos ha fallado el Bar?a a quienes creemos estar en el lado correcto de la historia. O nos hab¨ªa fallado, porque la contundencia de Xavi y la reacci¨®n de Sergi Roberto en redes podr¨ªan servir para matizar nuestra indignaci¨®n ante los primeros silencios, la posterior contemporizaci¨®n y tanto tacticismo. Precisamente Laporta, a quien muchas veces se ha se?alado por practicar una masculinidad m¨¢s o menos t¨®xica, tendr¨ªa que haber comprendido la importancia de colocar al club en una posici¨®n inequ¨ªvoca, alineado sin reservas con las futbolistas y beligerantemente en contra de Rubiales. No lo hizo. Y yo me pregunto si tambi¨¦n se sentir¨¢n as¨ª de decepcionados otros aficionados del Bar?a mientras no me quiero ni imaginar c¨®mo se sentir¨¢n los del Madrid.