No Albiol, no party

Remontada blanca (otra m¨¢s) y Gil Manzano (otra vez) al margen, la columna del Villarreal podr¨ªa ser la de Espa?a. Albiol, Parejo y Gerard son un lujo para Seti¨¦n, como lo fueron para Unai y podr¨ªan serlo para De La Fuente. Cada uno en lo suyo es de lo mejor del panorama nacional. Albiol es jerarqu¨ªa y rigor (no Albiol, no party, como se comprob¨® en los tres goles del Real Madrid); Gerard es un gu¨ªa para todo delantero -su asistencia a Chukwueze fue Rock&Roll- y Parejo¡­

A Parejo le habr¨¦ visto m¨¢s de 200 veces en vivo. Es criterio, talento y liderazgo. Desde que Valverde apareciera en su vida por Valencia -el primero que le puso a rascar de pivote-, no se cansa de crear f¨²tbol. Marcelino le puli¨® y es el capo del Villarreal desde que lleg¨®. Cuesta creer que a sus 33 a?os solo haya sido 4 veces internacional. Pero Parejo, a¨²n la derrota, est¨¢ para redebutar con Espa?a.

Otra cosa es la cara que se les qued¨® tras verse 2-0 al descanso y eliminados al final. Sus rostros eran de decepci¨®n e irritaci¨®n. Los amarillos estuvieron cerca de ganarle al Real Madrid por dos veces en apenas 12 d¨ªas, tanto como les desesper¨® el arbitraje de Gil Manzano. Su designaci¨®n no sent¨® bien y desde el primer instante La Cer¨¢mica se ceb¨® con ¨¦l. La gran pol¨¦mica lleg¨® en una acci¨®n en el ¨¢rea de Courtouis entre Militao y Morales en la jugada previa al 2-3 de Morales, empuj¨®n y penalti para unos, forcejeo y nada para otros. Pero el malestar amarillo no fue por una acci¨®n puntual sino por goteo de decisiones. Ahora bien, lo de dejarse llevar como lo hiciera el equipo a partir del gol de Vinicius no fue cosa del ¨¢rbitro. Lo dicho, no Albiol, no party.