Nico Williams y Lamine, a dos velocidades
Empezaba a existir la percepci¨®n de que Espa?a no pod¨ªa jugar mal en esta Eurocopa. De alg¨²n modo, viene hasta bien lo que pas¨® despu¨¦s del gol de Georgia. El tramo de crisis que sufri¨® le hizo aproximarse al precipicio y subray¨® la necesidad de que sin orden es vulnerable. Porque la Selecci¨®n hab¨ªa comparecido de buena gana, girando el juego con los extremos en zonas decisivas y con Fabi¨¢n y Pedri ense?ando maneras entre l¨ªneas. Pero una transici¨®n mal defendida, por la man¨ªa de no hacer falta y donde la vigilancias no se hicieron de la mejor forma, acab¨® en el accidente de Le Normand y sent¨® como una patada en el est¨®mago a Espa?a. Se desorganiz¨®, perdi¨® el sitio y se aboc¨® a jugar como si fuera el ¨²ltimo minuto cuando quedaba casi todo el partido. El gol de Rodrigo cuaj¨® de nuevo Espa?a y cambi¨® un panorama que se hab¨ªa tornado en negro.
Afortunadamente, esta Selecci¨®n cuenta con Lamine Yamal y Nico Williams. Son, de largo, los mejores agitadores de esta Eurocopa porque gobiernan en distintos contextos. A veces, como es l¨®gico, caen en la precipitaci¨®n, pero su toma de decisiones es impropia de la edad que tienen. Nico Williams y Lamine desequilibran en transici¨®n y en parado, resuelven en el uno contra uno o con el centro, se van por dentro y por fuera. No solo son v¨¦rtigo y regate, virtudes indisociables a su evoluci¨®n, sino que tambi¨¦n levantan la cabeza y observan lo que les rodea para ser mejores ellos y hacer mejor a su equipo. Espa?a tiene un tesoro del que nadie puede disfrutar. Alemania, tampoco.
Muestra de inteligencia
Nico recibe, analiza y ve a Rodrigo solo en la frontal. Otro jugador, quiz¨¢, hubiera buscado la acci¨®n individual, pero el extremo exhibe criterio en todo lo que hace.