Nadal, otra vez contra el algoritmo

Regreso. Esa de ¡°Nadal siempre vuelve¡± ha debido ser una de las frases m¨¢s repetidas por la gente del tenis en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas. Por lo visto, sigue estando muy vigente. Nadal ha vuelto a jugar. Incluso volvi¨® del vestuario cuando perd¨ªa 4-1 el tercer set para terminar sobre la pista, como le gusta (¡°Yo soy m¨¢s competidor que ganador¡±), el torneo de Brisbane, en el que cay¨® contra Jordan Thompson despu¨¦s de tres horas y media de juego. Tras malograr tres bolas de partido y condenarse a jugar un tercer set, tal vez fue un alarde seguir. El psoas le hizo una llamada de atenci¨®n despu¨¦s de tanto tiempo parado. Nadal va a tener que contar con los dolores en este heroico regreso camino de los 38 a?os. Pero eso tampoco le va a frustrar. Convive con ellos casi desde el inicio. Hace 19 a?os, con una lesi¨®n en el pie izquierdo (el s¨ªndrome de M¨¹ller-Weiss) que le ha descompensado el cuerpo y que casi pone fin a su carrera. Pero como Nadal siempre vuelve¡­

El ¡®Big Data¡¯. Despu¨¦s de haber estado 912 semanas en el top-10 de la ATP, un r¨¦cord hist¨®rico que se alarg¨® hasta mayo de 2023, Nadal cay¨® a los infiernos del ranking. Empez¨® el curso en el puesto 672 y s¨®lo en Brisbane ha dado un mordisco de m¨¢s de 200 n¨²meros. Nadie mejor que Nadal sabe los inconvenientes que conlleva no aparecer como cabeza de serie en un Grand Slam, pero el esp¨ªritu de este last dance no va, de momento, por ah¨ª. Despu¨¦s de ganar m¨¢s de mil partidos en su carrera con un porcentaje superior al 80% de victorias (92 torneos ganados), que se eleva al 91,3% en la tierra (63 t¨ªtulos), lo primero que se propuso el mayo pasado, cuando anunci¨® el par¨®n en su carrera, fue s¨®lo volver a competir. ¡°No me merezco acabar as¨ª¡±. De momento, ha vuelto al circuito. Por si acaso, y antes de que en los proleg¨®menos de Roland Garros anuncie si es su ¨²ltimo a?o, ya es un ¨¦xito. Aunque no es Par¨ªs, Melbourne es un lugar ic¨®nico para Nadal, donde despu¨¦s de la final de 2009 hizo pronunciar a Federer, frustrado por no alcanzar los 14 grandes de Sampras, aquel hist¨®rico ¡°God, it¡¯s killing me¡±. All¨ª tambi¨¦n perdi¨® una final de seis horas con Djokovic (2012), se lesion¨® la espalda contra Wawrinka en 2014; y revent¨® en la final de 2022 al algoritmo, que le daba un 4% de opciones cuando perdi¨® los dos primeros sets contra Medvedev. Aunque su vuelta responde m¨¢s a una cuesti¨®n de amor al tenis y seguramente el Big Data no d¨¦ un euro por ¨¦l, nadie es tan na¨ªf como para imaginarse a un Nadal que no piense en ganar. Y como Nadal siempre vuelve¡­

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