Nadal no quiere decir adi¨®s
Rafa Nadal contin¨²a su nebuloso viaje por los que, presumiblemente, ser¨ªan los ¨²ltimos torneos de su trayectoria. O quiz¨¢ no. El problema est¨¢ en esa indecisi¨®n, en esa indefinici¨®n¡ Nadal cabalga sobre un quiero y no puedo, me voy pero no me voy, que convierten su carrera en una constante incertidumbre, en homenajes a medias, en despedidas sin adi¨®s. En lo que llevamos de esta temporada, que supuestamente era la ¨²ltima, solo ha dicho con nitidez ¡®hasta siempre¡¯ a Madrid, donde dej¨® claro que no volver¨¢ a competir. Aunque tampoco concret¨® si hab¨ªamos presenciado su ¨²ltimo torneo en Espa?a, porque dej¨® la puerta abierta a la Copa Davis, a final de curso. Algo parecido ocurri¨® este s¨¢bado en el Foro It¨¢lico, donde rechaz¨® una ceremonia de tributo, tras perder ante Hubert Hurkacz, porque no puede asegurar ¡°al cien por cien¡± que sea su ¨²ltima presencia en el Masters 1000 que ha ganado diez veces. Nadal, de hecho, ajust¨® m¨¢s la cifra: ¡°A un 98%¡±. Tal cual. Menos mal que el p¨²blico no hizo caso y le despidi¨® a lo grande. Ave, Rafa.
Con ese mismo esp¨ªritu de contradicci¨®n, el campeon¨ªsimo espa?ol tampoco disip¨® si participar¨¢ en Roland Garros. El resultado de Roma le empuja a no acudir al Grand Slam que ha conquistado en 14 ocasiones, pero quedan dos semanas para la cita, todav¨ªa hay tiempo para progresar y, pese a la tunda de Hurkacz, afirma que no se siente tan mal. Total, que su presencia en Par¨ªs tampoco queda aclarada, como tampoco lo est¨¢ la fecha de su raquetazo final. La clave es que Rafa no se quiere retirar, es su f¨ªsico el que le conduce a tomar esa dolorosa decisi¨®n, que alarga ¡®sine die¡¯. Quiz¨¢ lo m¨¢s f¨¢cil, de cara al aficionado, hubiera sido decir: ¡°Ir¨¦ a Roland Garros, pase lo que pase, para disputarlo por ¨²ltima vez¡±. Pero hay dos cosas que le est¨¢n costando mucho a Nadal: una, participar en los torneos sin la opci¨®n de competir; y dos, pronunciar la palabra ¡®adi¨®s¡¯.