Muchos Davies, pocos Mbapp¨¦s...

Estrategia. Apurar los contratos y marcharse libre es algo que siempre ha existido, aunque no tanto como ahora. Es una t¨¦cnica que parec¨ªa reservada a futbolistas con ganas de irse, de dar el salto hacia un club m¨¢s grande, sin el benepl¨¢cito de la entidad a la que pertenec¨ªan. Hay en los ¨²ltimos tiempos, sin embargo, una proliferaci¨®n de jugadores que fuerzan la m¨¢quina incluso para quedarse, leyendas, j¨®venes, veteranos, no importa de qu¨¦ condici¨®n ni estatus, que deciden su futuro aunque ni siquiera lo tengan claro.

Riesgo. Ocurre que por llevar al extremo esta postura hay futbolistas que no encuentran equipo y se quedan en el paro un tiempo (De Gea es el caso m¨¢s llamativo), y otros que acaban en lugares mucho menos glamurosos de lo que imaginaban (James en el Rayo, Hermoso y Hummels en la Roma, Varane en el Como, Guido Rodr¨ªguez en el West Ham, o Miranda en el Bolonia). La prima de fichaje es suya, pero el salto de calidad en su carrera no est¨¢ garantizado. No todos son Mbapp¨¦.

Vac¨ªo. Lo de la actual temporada est¨¢ siendo especialmente escandaloso. Terminan contrato, y no han renovado, estrellas como Alexander-Arnold, Salah, Van Dijk, Kimmich, San¨¦, De Bruyne, Thomas y, por supuesto, Davies. Hasta Messi, Cristiano y Neymar est¨¢n en esas. En el caso de Davies parece que va a terminar renovando por el Bayern pese a que todo el mundo le hac¨ªa en el Madrid. Ha jugado sus bazas y va a rascarle al cuadro muniqu¨¦s 15 millones anuales. Ol¨¦ por ¨¦l. Es dif¨ªcil regular este asunto para la FIFA, que mantiene los seis ¨²ltimos meses de contrato libres de movimientos. Mientras ese resquicio siga ah¨ª, los futbolistas tienen la sart¨¦n por el mango. Vaya que s¨ª.

Traici¨®n. Esta semana sali¨® Lopetegui del West Ham. Se ven¨ªa barruntando, pero las formas han sido horribles. El director deportivo, que supuestamente est¨¢ apartado, negoci¨® con otros t¨¦cnicos y el propietario, con el que Julen estuvo amigablemente el d¨ªa anterior, cedi¨®. No habla bien de su proceder. El problema en ese club, cr¨¦anme, no es el entrenador.

Hoy descubrimos a¡­ Luighi (2006). Apabull¨® Palmeiras en el primer partido de la Copinha con este delantero como gran destacado, afinado en el ¨¢rea, inteligente y con gol. Despu¨¦s, el club decidi¨® que Benedetti, Figueiredo, Allan, Thalys y el propio Luighi salieran del torneo para sumarse al primer equipo. Muchos en el Verdao ven a su nuevo delantero como el Endrick que viene. Estar¨ªa bien.

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