Merci, Brest
Rodrygo dulce, bombo picante
Trompo del Brest antes del Madrid
Ya s¨®lo por el hecho de jugar contra el Real Madrid en la Champions y protagonizar un camino tan inesperado, clasific¨¢ndose a los dieciseisavos siendo, por r¨¢nking, el peor equipo de la competici¨®n, merece todos los decoros posibles hacia el Brest. Los bretones, un conjunto aguerrido, un compendio de guerrero que no le teme a nada ni a nadie, jugaba hace cinco a?os en Segunda Divisi¨®n. Ahora, se ha codeado con los grandes de Occidente y han desafiado cualquier l¨®gica.
Habiendo empatado al Bayer, derrotado al PSV, ganado en Praga o Salzburgo, el Brest es el ¨²ltimo reducto de lo nost¨¢lgico, de la clase obrera, de lo antag¨®nico al f¨²tbol moderno. Con un presupuesto ¨ªnfimo, m¨¢s dise?ado para salvarse en su Liga que para jugar la Champions, los de Roy han protagonizado una epopeya posiblemente irrepetible en la historia del f¨²tbol franc¨¦s.