Mbapp¨¦: ser uno m¨¢s
El d¨ªa de la presentaci¨®n de un nuevo jugador es siempre muy especial. M¨¢s cuando se trata de un evento multitudinario en un estadio tan m¨ªtico como el Santiago Bernab¨¦u. Y m¨¢s cuando el jugador en cuesti¨®n lleva siendo objetivo del Madrid y de sus aficionados desde hace muchos a?os. Por fin Kylian Mbapp¨¦ est¨¢ aqu¨ª y tiene todo el derecho del mundo de saborear este momento ¨²nico en su trayectoria profesional y en su vida personal. Todos los focos est¨¢n sobre mi compatriota y esa atenci¨®n privilegiada durar¨¢ un tiempo m¨¢s. Habr¨¢ su primer partido y luego su primer gol entre otras ¡°primeras veces¡±. Vamos a tener a Mbapp¨¦ hasta en la sopa. Sin embargo, pronto la leg¨ªtima obsesi¨®n de todos nosotros bajar¨¢ de intensidad y el delantero galo ser¨¢ uno m¨¢s en el paisaje madridista.
Creo sinceramente que convertirse en un miembro de un equipo, en un compa?ero de sus compa?eros (como Bellingham) es lo mejor que se le puede desear a alguien que, de cierta forma, ha sufrido la soledad de la diferencia. Era el mejor de la liga francesa y se le trataba como un ser aparte, un genio. Tendr¨¢ que justificar las esperanzas puestas en ¨¦l con haza?as sobre el c¨¦sped, con goles y asistencias. Pero, ante todo, deber¨¢ fundirse en un colectivo. Le vendr¨¢ muy bien para volver a disfrutar de un juego en el que no ha parecido sentirse a gusto en los ¨²ltimos meses.