Mbapp¨¦ descubre el antimadridismo
Nos ha pasado a todos los ¡®guiris¡¯ (me encanta esta palabra) al llegar a Espa?a. Poco a poco, nos ha tocado descubrir las particularidades de este m¨ªtico pa¨ªs: los horarios ¡®raros¡¯ de comidas y cenas, el hecho de tutear a desconocidos, el h¨¢bito de quedarse en casa de los padres hasta los 30 a?os, la perseverancia de la costumbre de la siesta, las uvas en Nochevieja, el chocolate con churros a las seis de la ma?ana despu¨¦s de una noche de fiesta¡ entre tantas cosas que confirman que, tal y como dec¨ªa el famoso anuncio, ¡°Spain is different¡±. Pero, para un aficionado al f¨²tbol, el m¨¢s sorprendente descubrimiento es, sin duda alguna, el ¡°antimadridismo¡±. Desde fuera imaginamos l¨®gicamente que, m¨¢s all¨¢ de los sentimientos naturales para sus respectivos equipos, los espa?oles ser¨ªan conscientes de la suerte que representa tener en su pa¨ªs al club m¨¢s importante de la historia del f¨²tbol.
Pues no. Aqu¨ª, una parte de la poblaci¨®n (adem¨¢s sobrerrepresentada en los medios de comunicaci¨®n) odia tanto al Madrid que ha convertido este odio en una especie de cultura. Y es exactamente eso que mi compatriota Mbapp¨¦ est¨¢ viendo despu¨¦s de jugar solamente dos partidos. Ya he entendido que, en muchos casos, no se le va a juzgar por su talento, por simplemente lo que hace en el campo sino a trav¨¦s del prisma de esta enfermedad mental llamada antimadridismo.
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