Mas y Vingegaard salen de sus hoyos
La presi¨®n golpea a los deportistas de ¨¦lite con diferentes versiones. Est¨¢ la presi¨®n que atenaza al atleta por la carga de la responsabilidad, que paraliza las piernas, genera miedos, inseguridad y ansiedad. Tambi¨¦n tenemos el v¨¦rtigo que produce el propio ¨¦xito, ese salto al estrellato que te impulsa hacia una nueva vida para la que no hay marcha atr¨¢s. No todos saben llevarlo. Los dos supuestos los hemos vivido en el ciclismo despu¨¦s del Tour de Francia. Y en ambos casos los hemos visto salir con entereza del agujero. La capacidad de sobreponerse es una cualidad imprescindible para triunfar en el deporte. Supongo que ya habr¨¢n adivinado que me refiero a Enric Mas y Jonas Vingegaard. Los dos han alzado este s¨¢bado los brazos. El espa?ol lo hizo en el Giro de Emilia, una cl¨¢sica centenaria en la que ha ganado el pulso a Tadej Pogacar, nada menos. El dan¨¦s, por su parte, logr¨® su segunda victoria en la CRO Race, la Vuelta a Croacia, que ha pasado a liderar a falta de la ¨²ltima etapa. Sus triunfos, adem¨¢s, les sit¨²an en la lanzadera de favoritos para el Giro de Lombard¨ªa, el ¨²ltimo Monumento.
Sus casos son distintos, pero tienen como punto en com¨²n el regreso victorioso. Mas sufri¨® en el Tour el peso de los galones, la exigencia de partir como l¨ªder ¨²nico del Movistar, la demanda de los aficionados de un ciclismo al ataque hasta ahora escondido. Sus piernas se bloquearon. Su cabeza, todav¨ªa m¨¢s. El podio de La Vuelta, donde recuper¨® la alegr¨ªa, despej¨® los nubarrones que cubr¨ªan su futuro, donde ahora reluce el sol con su prestigioso triunfo en la Emilia. El dan¨¦s, por su lado, estuvo desaparecido tras coronarse en Par¨ªs, desbordado por ¡°el bombardeo¡± externo, por ese cambio de vida que supon¨ªa convertirse en uno de los grandes deportistas del planeta, para una persona nacida en una aldea de apenas 400 habitantes. Vingegaard tambi¨¦n ha salido de ese hoyo. Y ha vuelto en lo alto.