M¨¢s Copas, menos de todo lo dem¨¢s
El f¨²tbol siempre empieza a perder cuando se aleja de la gente. La Supercopa de Espa?a, por ejemplo, se alej¨® tanto que termin¨® investigada en un juzgado, el de Primera Instancia e Instrucci¨®n N¨²mero 4 de Majadahonda. Que se fuese a Arabia lo decidi¨® Rubiales, lo disfrutaron los jeques y ahora tambi¨¦n lo est¨¢ disfrutando la UCO. Mientras que los espectadores la empezamos a ver, o directamente la dejamos de ver, convertida en un producto tan turbio que iba gritando ¡°?Fiscal¨ªa!¡± con los brazos en alto.
Insisti¨® mucho Rubiales en que la Supercopa era un torneo moribundo, as¨ª que para resucitarlo decidi¨® enviarlo a casi siete mil kil¨®metros de distancia envuelto en billetes. Qu¨¦ placer, en contraste, encontrarse con un torneo en el que m¨¢s que ver la cuenta corriente, se ha visto el f¨²tbol y todo lo que envuelve en todo su esplendor. Resulta que para resucitar una competici¨®n solo hab¨ªa que juntar a dos aficiones desbordantes de ilusi¨®n sabiendo que, pasase lo que pasase, el resultado se iba a quedar para siempre en su memoria futbol¨ªstica.
Los que ¨²nicamente apoyan partidos por su recaudaci¨®n considerar¨¢n seguro que la Copa del Rey es un torneo menor y pobret¨®n, ese asiento destartalado y con mala visibilidad que se observa desde la cristalera de una zona VIP. Pero no hay nada m¨¢s paleto que pretender que el f¨²tbol espa?ol se vea m¨¢s en China que en Mallorca, ¨²nicamente para poder a?adirle las etiquetas de ¡°global¡± o ¡°cosmopolita¡±. No hay nada m¨¢s paleto que intentar vestir lo propio con un disfraz que le queda grande.
La Copa del Rey seguir¨¢ brillando, como lo hizo anoche, mientras se mantenga fiel a los que somos. Como ese panadero de Aranda del Duero levant¨¢ndose a las cuatro de la ma?ana y y¨¦ndose horas despu¨¦s a jugar un partido de dieciseisavos de final, como esos dos equipos pateando el bal¨®n en un barrizal con gradas supletorias para pasar a octavos, o como esa pareja que sali¨® ayer reci¨¦n casada de la Catedral de Sevilla y se encontr¨® con una marabunta rojiblanca dando saltos y gritando ¡°?Los novios son del Athletic, los novios son del Athletic!¡±. Poco m¨¢s se le puede pedir al f¨²tbol que sentirte representado con lo que cuenta. Y eso es justo lo que ha contado esta Copa.