M¨¢s all¨¢ de las ¡®Laportinas¡¯
Si Bernab¨¦u hizo famosas sus Santiaguinas en el vestuario para zarandear a los suyos buscando una reacci¨®n en el descanso, Laporta prefiere los focos de la asamblea para agitar las conciencias. Tiene su l¨®gica. En cierta medida el Bar?a est¨¢ tambi¨¦n en el intermedio de una batalla en la que se va a jugar su futuro econ¨®mico ante el Inter y su futuro deportivo ante el Madrid. Por eso la Laportina tuvo tantos destinatarios.
Primero agarr¨® de la pechera a tres de las vacas sagradas que poco despu¨¦s ser¨ªan alineadas en el Camp Nou. Si dio resultado fue solo durante el primer tiempo. Victoria objetivamente injusta ante un Celta al que el empate le hubiese parecido tambi¨¦n una derrota, pero al menos el Bar?a ir¨¢ al Bernab¨¦u como l¨ªder por foto finish. De eso se trataba. De cara al partido del mi¨¦rcoles en Champions, Laporta calent¨® tambi¨¦n las orejas y espabil¨® los ojos del estamento arbitral europeo tras lo sucedido en Mil¨¢n. Su afirmaci¨®n de que con la Superliga no se dar¨ªan arbitrajes tan amateurs como el de San Siro puede que sea m¨¢s efectiva que una queja formal ante la UEFA. La ¨²ltima raci¨®n se la reserv¨® para el presidente de la patronal futbolera por un qu¨ªtame all¨¢ esas palancas. Pero m¨¢s all¨¢ de Laportinas y palancas lo que el Bar?a debe hacer es volver a jugar al f¨²tbol. Y pronto.