Marionetas idiotas
Hace s¨®lo seis a?os, un grupo de m¨¢s de 170 cient¨ªficos ped¨ªa postergar los Juegos Ol¨ªmpicos de R¨ªo porque un virus llamado zika circulaba por Brasil. Dos a?os despu¨¦s, la FIFA entraba en p¨¢nico por el llamamiento a boicotear el Mundial de Rusia despu¨¦s del envenenamiento de un exesp¨ªa ruso en el Reino Unido. ¡°?C¨®mo podemos ir al Mundial de Putin ahora?¡±, titulaba entonces el Daily Mail. Evidentemente, tanto los Juegos Ol¨ªmpicos de R¨ªo como el Mundial de Rusia se celebraron. Reino Unido acudi¨® a la cita. Y, unos a?os despu¨¦s, no solo tenemos una pandemia en vez de virus localizado; tambi¨¦n tenemos un boicot global a Rusia por la guerra de Ucrania y otro Mundial inminente con m¨¢s sombras que un bosque en invierno.
Al mundo es dif¨ªcil seguirle el ritmo, especialmente al mundo que dictan los dirigentes y los organismos internacionales. El poder, el nacionalismo agresivo, el dinero, la influencia, de todo est¨¢ manchado el mundo y, por tanto, el deporte; y por tanto, el f¨²tbol. Mires donde mires hay instituciones o personalidades que realizan emotivos discursos sobre los valores del deporte mientras se embolsan cantidades incalculables de dinero.
Y mientras tanto t¨², como espectador, te sientes una especie de marioneta idiota, un testigo involuntario de cada decisi¨®n tomada por otros. ?Qu¨¦ hacemos como aficionados? ?Boicoteamos el Mundial? ?No lo vemos? ?Vemos solo los partidos de nuestra selecci¨®n? ?Vemos solo los streamings de Luis Enrique? ?Boicoteamos a los artistas que van a estar en la ceremonia de inauguraci¨®n? ?Boicoteamos tambi¨¦n a equipos de f¨²tbol dirigidos por oligarcas? ?A los que llevan su publicidad en camisetas? ?A entrenadores o futbolistas que han jugado en Qatar? Podemos hacer mucha gimnasia moral este mes que queda por delante porque los dilemas son tremendos, pero el desaf¨ªo planteado por el sportswashing no se va a abordar a menos que los ¨®rganos internacionales se decidan a hacerlo. Y eso, a corto plazo, parece impensable.