Marchand, Biles, Ledecky, Djokovic...
Durante los Juegos Ol¨ªmpicos hay un h¨¢bito extendido entre aficionados y medios de comunicaci¨®n, al menos en Espa?a. Me refiero al c¨®mputo de medallas, al an¨¢lisis diario de las posibilidades de podio. Es un juego entretenido, aunque a veces frustrante. Este mi¨¦rcoles, por ejemplo, es uno de esos d¨ªas que pueden caer un pu?ado de ellas: marcha, vela, boxeo, taekwondo, sincronizada, skate¡ Un ejercicio que, de momento, mantiene viva la esperanza de alcanzar los 22 metales de Barcelona 1992. Ya veremos si lo pensamos todav¨ªa cuando acabe el d¨ªa.
Mientras seguimos con las cuentas, Par¨ªs 2024 ha ido dejando grandes nombres internacionales, de los que no siempre disfrutamos como se merecen, nublados como estamos por la calculadora patria. Voy a recopilar algunos por aqu¨ª. Y disculpen si caigo en alguna obviedad. El rey de estos Juegos, si nadie lo impide, ser¨¢ L¨¦on Marchand, que ha terminado su participaci¨®n con cuatro oros y un bronce, y un rendimiento que ha recordado en varias fases a Michael Phelps. Su recolecta, adem¨¢s, ha venido acompa?ada de un ambiente excepcional en La Def¨¦nse, que la hinchada de Francia ha convertido en un Maracan¨¢ de la nataci¨®n para alentar a su ¨ªdolo local. Sin salir de la piscina, Katie Ledecky conquist¨® su noveno oro ol¨ªmpico, para un total de 14 medallas, y ha igualado en t¨ªtulos a la mujer m¨¢s laureada del olimpismo, la exgimnasta Larisa Latynina. De la gimnasia nos llega otra hero¨ªna, Simone Biles, la reina de estos Juegos, que no solo ha demostrado que es la mejor, aunque eso ya lo sab¨ªamos, con sus cuatro medallas, tres oros y una plata, sino que tambi¨¦n es humana. Su vulnerabilidad ya la conoc¨ªamos, tras los problemas de salud mental que la paralizaron el Tokio 2020. Ahora ha regresado, m¨¢s fuerte, para volver a ganar, pero tambi¨¦n para perder. Sus dos caras la hacen m¨¢s grande.
El relato de los nombres propios nos transporta igualmente al tenis, un deporte con menor aureola ol¨ªmpica, pero que ha brillado en Par¨ªs por la coronaci¨®n del mejor de todos los tiempos, al menos por palmar¨¦s. A Novak Djokovic solo le faltaba el oro en unos Juegos y se lo ha llevado, por fin, colgado al cuello. Estos iconos de la primera semana han ofrecido ahora el testigo al atletismo, que empieza tambi¨¦n a sembrar de estrellas el cielo franc¨¦s: el r¨¦cord mundial de Armand Duplantis, el oro en 100 metros de Noah Lyles, la sorpresa de Cole Hocker en 1.500¡ Salgan o no las cuentas, Par¨ªs es una fiesta.