Madrid y Atl¨¦tico se ganaron el cielo
Fue un partido grandioso, que vi con el deseo de que no se terminara nunca. Madrid y Atl¨¦tico dieron lo mejor de s¨ª, con el ojo puesto siempre en la porter¨ªa contraria y con un esp¨ªritu de sacrificio indomable. Ambos honraron el f¨²tbol, honraron LaLiga y honraron la ciudad a la que representan. Los dos hicieron un alarde de juego, de fuerza y de moral, entreg¨¢ndolo todo hasta el agotamiento. C¨®mo ser¨ªa la cosa que hasta Valverde acab¨® fundido. Pero en el trance final, el Madrid, tuvo algo m¨¢s de resto que el Atl¨¦tico y mand¨® en las acaballas del tiempo reglamentario y en toda la pr¨®rroga. El Atl¨¦tico aguant¨® en pie, pero tuvo que ceder.
El movimiento del marcador fue una monta?a rusa: 0-1, 1-1, 2-1, 2-2, 2-3, 3-3, 4-3 y 5-3, este ya cuando el Atl¨¦tico buscaba desesperado un nuevo empate, con Oblak vagando entre el ¨¢rea madridista y el medio campo. Digamos que el Atl¨¦tico hizo un f¨²tbol m¨¢s acad¨¦mico en la salida de la presi¨®n y en los ataques por las alas, pero el Madrid sac¨® cuando fue preciso su esp¨ªritu indomable. El 3-3, cuando se acercaba ya el minuto 90, lo represent¨® perfectamente, con un bal¨®n en el que intervinieron Vinicius, Bellingham, Brahim y Carvajal para tomar la porter¨ªa por asalto.
Partido bien arbitrado, por otra parte. Alberola Rojas, tan cuestionado en las v¨ªsperas, lo llev¨® a la inglesa, pitando poco y ahorrando tarjetas. S¨®lo hubo una, a Brahim (que estuvo sensacional, por cierto), ya en el 120¡ä por quitarse la camiseta tras el gol. Los jugadores cooperaron con su deportividad, pero eso es m¨¢s f¨¢cil que ocurra cuando el ¨¢rbitro no les irrita con chuminadas. La nota desagradable la dio el p¨²blico local, con sacr¨ªlegos pitos al minuto de silencio en honor a Beckenbauer y constantes abucheos a Kroos. Ambos han criticado la utilizaci¨®n del f¨²tbol que hace Arabia y esa actitud de la grada viene a reforzar sus argumentos.
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