Lucas V¨¢zquez gana campo
La despedida pre-Mundial caus¨® cierto alivio en el Madrid. La imagen result¨® parecida a la de otros d¨ªas, pero la victoria siempre justifica todo. Ante un C¨¢diz reserv¨®n y de menor empaque atr¨¢s del necesario, que coquete¨® con el empate en la concesi¨®n gratuita de Alaba que perdon¨® Espino, el equipo de Ancelotti solvent¨® la papeleta sin ning¨²n tipo de brillantez. Le falt¨® gancho arriba frente al bloque bajo de Sergio. De todos modos, encontr¨® la forma de hacer los deberes. El bal¨®n parado, las transiciones, las conducciones de Vinicius, el empeine de Kroos y, especialmente, la profundidad de Lucas V¨¢zquez le dieron los mimbres just¨ªsimos entre tanta zozobra futbol¨ªstica. La titularidad del gallego en el lateral derecho invirti¨® el campo. Menos atado a su banda izquierda, el Madrid aprovech¨® las vigilancias sobre Vinicius para servirse de la proyecci¨®n de Lucas.
Fue un Madrid que atac¨® m¨¢s que nunca por la derecha (42% de las jugadas) donde Lucas V¨¢zquez asumi¨® el protagonismo de manera notoria. Abri¨® el campo, aport¨® verticalidad y tuvo cabeza para firmar pases de gol (tres entregas clave). Lleg¨® cuando tocaba, sin caer en la precipitaci¨®n. Y hasta el final, pese a tener una posici¨®n m¨¢s adelantada para lo que acostumbra ser el rol de lateral, no sufri¨® en exceso primero ante Sobrino y despu¨¦s contra Ocampo. Su balance defensivo no fue malo, pero obviamente a veces le era imposible llegar a tiempo. De ah¨ª que cuando el partido se espin¨® Ancelotti diera entrada a Nacho en lugar del jugador gallego. Aun as¨ª, Lucas volvi¨® a acreditar su utilidad para un Madrid en horas bajas. Y ni mucho menos los motivos de ese declive se pueden referir exclusivamente al condicionante del Mundial...
Muy abierto

Lucas V¨¢zquez se estira por la derecha para dar amplitud y generar el desequilibrio en ese costado. Se vale de la basculaci¨®n del C¨¢diz para ganarse el espacio.