Los que creen
Acaba el verano, comienza el curso y ya se puede decir en voz alta por la calle que el Bar?a ha vuelto sin que los autorizadores de opini車n ajena puedan enarbolar la aritm谷tica (repiten ※deuda, deuda, catorce, catorce§) para negarlo. Falta confirmar con enemigos poderosos, el primero ser芍 el Bayern el martes, pero el equipo se muestra sano y joven, lustroso, variado en recursos, con la autoestima alta. Hay plantilla, hay entrenador, parece que hay plan. Es momento de acordarse de los que creyeron en el club, m芍s que en el equipo, cuando m芍s hundido estaba.
El primero fue Florentino, que se hizo acompa?ar del Bar?a en su oposici車n a CVC y su intento de crear la Superliga. Es signo de inteligencia separar el presente de la historia. P谷rez volvi車 a mostrar una visi車n superior, sabe que necesita un Bar?a grande. Y que lo es.
Seguidamente, tras media temporada para olvidar, lleg車 un entrenador que es el credo del Bar?a encarnado; tambi谷n varios fichajes en el mercado de invierno. Sorprendi車 que se unieran a un moribundo que iba noveno, lo dejaron segundo.
Entidades financieras acudieron a prestar dinero para el nuevo estadio y para la m芍s dif赤cil reconstrucci車n del equipo; tambi谷n estaban creyendo en el Bar?a m芍s que sus propios aficionados, ya se sabe que no prestan ni compran sin que haya seguridad para ello.
Tebas, que hab赤a cre赤do los desprop車sitos de Bartomeu sin problema, dej車 de creer, pero no sorprende: no es por madridista, es por (ejem) autoritario.
Creyeron los jugadores que esperaron a que el Bar?a encontrara recursos para ficharlos. Por 迆ltimo, en un gesto de confianza parecido al enamoramiento, el que crey車, quiso y pudo fue Lewandowski. Que un jugador as赤 haya elegido al Bar?a es un gesto de compromiso, de fe y de humildad que los cul谷s nunca deber赤an dejar de agradecer. Es mejor a迆n de lo que sab赤amos. Su presencia concentra todo lo que le faltaba al Bar?a desde hace a?os: lo ya mencionado, m芍s liderazgo y esa palabra que lo resume casi todo en esta vida: gol.