Los Hispanos son un cl¨¢sico de enero
El a?o pasado, en el Europeo, los Hispanos ganaron a Dinamarca en semifinales y perdieron con Suecia en la final. En el actual, en el Mundial, sucedi¨® justamente lo contrario, primero sucumbieron ante los daneses y luego doblegaron a los suecos en la lucha por el bronce. La igualdad es tan grande en el balonmano entre los cinco o seis pa¨ªses punteros, que estas alternancias son habituales y nada sorprendentes. Los resultados pueden variar entre ellos, en un campeonato ganas y en el siguiente te toca perder, pero lo que parece no cambiar nunca, y se ha convertido casi en un fijo, es la presencia de Espa?a en los podios internacionales. La Selecci¨®n se ha abonado a las medallas con regular insistencia. Ya es casi un cl¨¢sico de enero.
Los Hispanos encadenan cinco medallas consecutivas: oro en el Europeo 2020, bronce en el Mundial y en los Juegos Ol¨ªmpicos en 2021, plata en el Europeo 2022, y este bronce en el Mundial 2023. Visto con una perspectiva m¨¢s amplia, el equipo espa?ol suma ocho metales en diez a?os, seis de ellos con Jordi Ribera al tim¨®n. Esto significa algo. Tiene m¨¦rito, mucho m¨¦rito, que Espa?a siga siendo tan competitiva cuando s¨®lo un jugador de la lista inicial milita en la Asobal. La Liga exporta talento por Europa. Y eso tambi¨¦n tiene una parte buena, porque permite que el jugador espa?ol crezca en ligas y en equipos de mayor nivel. Ribera ha sabido hilvanar esos mimbres, a la vez que dirige una transici¨®n de generaciones sin que apenas se note la diferencia. A todo ello hay que a?adir el car¨¢cter de este grupo, que nunca se rinde, que tiene en la pelea un sello de identidad. Una prueba de este talante es su colecci¨®n de bronces, 9 de 18 a lo largo de la historia. La final por el tercer puesto es un partido muy complicado, al que llegas despu¨¦s de levantarte de una derrota. Los Hispanos volvieron a hacerlo el pasado domingo, ante el anfitri¨®n y con el p¨²blico en contra. As¨ª son ellos.