Los futbolistas funcionarios
Existe una especie playera t¨ªpica en el verano espa?ol: la se?ora o se?or que baja a la playa a primera hora de la ma?ana a coger sitio en primera l¨ªnea, despliega todo su arsenal de sillas, sombrillas, neveritas, tuppers y diversos artilugios de pl¨¢stico, y de ah¨ª nadie m¨¢s la o lo mueve hasta que el sol empieza a ponerse por el horizonte. El se?or o se?ora de primera l¨ªnea de orilla es, m¨¢s que veraneante, espectador de la playa, voyeur de la arena. Suya es la visi¨®n privilegiada del agua y de todos los que por ella pasean.
Algo parecido sucede en el f¨²tbol con esos futbolistas que no disponen de minutos en un equipo pero que, sin embargo, se niegan a cambiar de club. Viven en una posici¨®n lo suficientemente c¨®moda como para abandonarla por algo peor. Son espectadores privilegiados del show, en primera l¨ªnea de banquillo. El otro d¨ªa le¨ªa que alg¨²n usuario cambi¨® la profesi¨®n de Mariano D¨ªaz en Wikipedia por la de ¡°funcionario¡±, con ¡°administraci¨®n p¨²blica¡± como deporte. Mariano es, efectivamente, uno de esos ¡°funcionarios del f¨²tbol¡±, esa estirpe de futbolistas que se resisten a mover sus sillas de la orilla. En esa firme apuesta por el inmovilismo futbol¨ªstico han estado muchos jugadores antes, como Braithwaite o Pjanic; incluso ahora se puede decir que tambi¨¦n est¨¢ De Jong.
Parece obvio que Mariano, si se queda en el Real Madrid, seguir¨¢ abonado a la posici¨®n de suplente una temporada m¨¢s; con la sombra, cada vez m¨¢s lejana, de Benzema. Parece obvio que con un promedio de 0,39 goles por partido no es el nueve llamado a sustituir a Karim cuando este falte. Pero, sin embargo, parece evidente tambi¨¦n su deseo de seguir en el club, tanto que hace dos a?os se resisti¨® a una importante oferta del Benfica. Para los equipos, con necesidad de aligerar plantillas para quitarse masa salarial y obtener ingresos, el inmovilismo es siempre la peor de las opciones. Pasa lo mismo con los que llegamos tarde a la playa y ya no encontramos un sitio medianamente decente.