Los equipos del r¨¦gimen
Muy a principios de los a?os 80 la grada de El Molin¨®n estall¨® en un grito que pronto recorrer¨ªa todo el pa¨ªs. No hab¨ªa por entonces ni internet, ni redes sociales, ni WhatsApp, ni siquiera tel¨¦fonos m¨®viles que pudiesen alentarlo. El ¡®As¨ª, as¨ª, as¨ª gana el Madrid¡¯ fue un grito espont¨¢neo, rebelde y de rabia contenida ante la conciencia general de que el Madrid contaba con una red de protecci¨®n que en caso de duda o apuro sal¨ªa en su auxilio. Junto a Sporting, Atl¨¦tico, Barcelona y sobre todo la Real Sociedad se sintieron zarandeados. Los donostiarras especialmente en aquella temporada 79/80 en la que en el choque decisivo para el t¨ªtulo sufrieron un demencial arbitraje en el Bernab¨¦u coronado en los ¨²ltimos minutos con un penalti en contra pitado dos metros fuera del ¨¢rea, al m¨¢s puro estilo Guruceta.
Las dos d¨¦cadas que van de principios de los 60 a finales de los 70 quedan en el imaginario colectivo como aquellas en las que el Real Madrid dispuso de una alfombra en sus trayectorias ligueras y coperas, pero no soy de los que cree que fuese por haber buscado convertirse en el ¡®equipo del r¨¦gimen¡¯. M¨¢s bien creo que fue al rev¨¦s, que el r¨¦gimen se aprovech¨® de todos sus ¨¦xitos internacionales y los fagocit¨® en su provecho. De ah¨ª creo que deviene la situaci¨®n que se gener¨® despu¨¦s.
Al Madrid no lo hizo grande Franco, por mucho que se empe?e Laporta, sino Santiago Bernab¨¦u, un visionario que construy¨® el mayor estadio de Europa en plena posguerra y que edificar¨ªa tambi¨¦n el mejor equipo de Europa, con aquella delantera formada por Kopa, Rial, Di St¨¦fano Puskas y Gento, que sustituy¨® a la liderada por C¨¦sar y Kubala. El Bar?a, conviene no olvidarlo, renunci¨® voluntariamente en el 55, como vigente campe¨®n de Liga, a la primera edici¨®n de la Copa de Europa en favor de la Copa de Ferias. En su lugar fue invitado el Madrid, que aprovechar¨ªa ese inmenso favor azulgrana para enlazar cinco ¡®Orejonas¡¯ seguidas. Franco no tuvo nada que ver en ello. La inmigraci¨®n y el exilio se agarraron a ese orgullo espa?ol madridista para levantarse el ¨¢nimo ante la consideraci¨®n de ciudadanos de segunda.
Bernab¨¦u nunca fue franquista, ni tampoco antifranquista. En todo caso mon¨¢rquico, algo no muy bien visto ni por franquistas ni por falangistas. Convivi¨® con el r¨¦gimen y se aprovech¨® de ¨¦l como casi todos los que quer¨ªan prosperar en aquellos tiempos, burgues¨ªa catalana incluida. En su defensa hay que decir que puso firme a un tal Mill¨¢n Astray, al que expuls¨® del palco de Chamart¨ªn por sus bravatas y que se arriesg¨® a unas muy serias represalias que sorte¨® como pudo. Tambi¨¦n aprovech¨® un partido europeo para a trav¨¦s del igualmente mon¨¢rquico Raymundo Saporta visitar en Laussane a Don Juan, ya en ese momento enfrentado a Franco.
Tengo para m¨ª, y esa es una opini¨®n muy personal y por tanto seguramente errada, que aquel ciclo de dominio imperial del Madrid en Europa despert¨® la codicia del r¨¦gimen para patrimonializar un ¨¦xito que no era suyo. Tambi¨¦n los poderes medi¨¢ticos (mucho m¨¢s influyentes en Madrid que en Barcelona, antes y ahora) ayudaron a crear ese mito, y los aficionados comenzaron a tener como referencia al Real Madrid en sus sue?os de gloria y grandeza. Es ah¨ª donde el Madrid comienza a ser de largo el equipo con m¨¢s seguidores en Espa?a y en la numeros¨ªsima colonia espa?ola en el exterior. Cuando ese poder¨ªo en la Copa de Europa decae a inicios de los sesenta, ya est¨¢ sembrada una m¨ªstica y una red de apoyo institucional que se notar¨¢ en esas dos d¨¦cadas de los 60 y 70 para mantener en Espa?a su posici¨®n de privilegio. Es eso lo que provocar¨¢ 20 a?os despu¨¦s la ¡®Rebeli¨®n del Molin¨®n¡¯.
En su muy desafortunada rueda de prensa, en las formas y en el fondo, Laporta tir¨® de demag¨®gico trazo grueso para justificar lo injustificable. Cuando el presidente del Bar?a se refiere al Madrid como el ¡®equipo del r¨¦gimen¡¯, est¨¢ en realidad dando a entender que esa millonada gastada en la empresa del n¨²mero dos de nuestro arbitraje ten¨ªa como misi¨®n tratar de ¡®equilibrar¡¯ una situaci¨®n de desventaja, real o imaginaria. Ergo, pagaron para tener un mejor trato arbitral. Eso lo coge al vuelo la UEFA y ya puede esperar el Bar?a al menos una temporada en el infierno.
Solo puedo comparar la bochornosa rueda de prensa de Laporta con el bochornoso video del Real Madrid TV (autorizado por tanto por su presidente y asesores) para hacer pasar ahora al Bar?a por el aut¨¦ntico equipo del r¨¦gimen. De risa, si no fuese porque precisamente los fascistas fusilaron a su presidente en el 36. Sus ¡®pruebas¡¯ son que se inaugur¨® el Camp Nou con la habitual y obligada parafernalia franquista de la ¨¦poca y que se impusieron dos medallas de honor al dictador Franco, la ¨²ltima poco antes de entrar en agon¨ªa. ?Qu¨¦ esperaban? ?Que invitasen en los a?os 50 a la Pasionaria a inaugurar el Camp Nou o que le impusiesen a Carrillo la medalla de honor? Ahora contesta Bar?a TV con el robo de Di St¨¦fano y ya entramos en bucle.
De todo este chusco y grotesco episodio solo saco una conclusi¨®n. La Superliga ha quedado muerta y enterrada. ?O es que se imaginan una competici¨®n europea ¡®neutral¡¯ auspiciada por semejantes padrinos?