Los ¨¢rbitros protagonistas (no solo de la jornada)
La semana pasada se celebr¨® la semana de la radio en la Cadena SER y varios programas intercambiaron presentadores, como los cromos de Panini. ?ngels Barcel¨®, por ejemplo, present¨® El Larguero y junt¨® en el estudio a Vicente Del Bosque y al magistrado de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, Juan Pedro Yllanes. La idea de unirlos respond¨ªa a un motivo bastante sencillo: ambos deciden qui¨¦n se queda o no en el banquillo. Por all¨ª estaba tambi¨¦n Iturralde Gonz¨¢lez a qui¨¦n se le termin¨® preguntando, obviedad mediante, si un ¨¢rbitro es un tipo de juez. ¡°No¡±, respondi¨® rotundo Itu. ¡°?C¨®mo que no?¡±, al un¨ªsono. ¡°No, un ¨¢rbitro es un notario, por sus decisiones puedes ganar o perder, pero no dice que un equipo u otro va a ganar¡±, a?adi¨®.
Yo me qued¨¦ un buen rato reflexionando sobre lo mucho que tienen en com¨²n ¨¢rbitros y jueces en Espa?a, que me perdone Iturralde. Principalmente, que aqu¨ª conocemos sus nombres y sus apellidos, como si fuesen compa?eros de clase de la ESO. Jos¨¦ Castro, Mercedes Ayala, Santiago Pedraz, Carlos del Cerro Grande, De Burgos Bengoetxea, Mateu Lahoz o Gil Manzano forman parte de nuestro paisaje verbal. Son personajes medi¨¢ticos. Esto, sin embargo, no ocurre en otros pa¨ªses.
El viejo adagio insiste en que el mejor tipo de ¨¢rbitro es el que pasa desapercibido. Vamos, que un buen ¨¢rbitro es el que apenas conoces, ni de nombre ni casi de vista, un funcionario vestido de otro color que corre por el campo y que dialoga de vez en cuando con los jugadores, pero no les da discursos parlamentarios. Pero en Espa?a existe la querencia por el ¨¢rbitro protagonista en vez de secundario; el ¨¢rbitro con complejo de Saul Goodman, el abogado de Walter White en Breaking Bad que termin¨® con serie propia. Si nos diesen un euro cada vez que leemos eso de ¡°Los ¨¢rbitros, protagonistas de la jornada¡± tendr¨ªamos dinero suficiente como para pedirle informes verbales a Enr¨ªquez Negreira. Un dato: en LaLiga se expulsa mucho m¨¢s que en cualquier otra competici¨®n y adem¨¢s se hace casi de forma autom¨¢tica; se saca, de media, una tarjeta roja casi cada partido y medio, mientras que en Premier vemos una expulsi¨®n cada doce partidos y medio. En esto influyen la falta de unificaci¨®n a nivel internacional de criterios arbitrales o la vieja costumbre patria de las ca¨ªdas fingidas, claro, pero cabr¨ªa una reflexi¨®n general adicional ahora que ya tenemos azuzado el avispero de los arbitrajes por otros motivos bastante m¨¢s graves.