Lewandowski deluxe
Hace tiempo que el Bar?a hab¨ªa perdido la costumbre de ganar con facilidad los partidos del Camp Nou. Hac¨ªa tiempo, tambi¨¦n, que el Bar?a no ten¨ªa un jugador como Lewandowski, capaz de atrapar al espectador con remates de prestidigitador. Sus goles, como un cabezazo anterior que se estrell¨® en el palo en un escorzo maravilloso, son el resultado de la intuici¨®n para adivinar por d¨®nde ir¨¢ la jugada; la inventiva para imaginarse el remate y la calidad t¨¦cnica para ejecutarlo. El tiempo dir¨¢ m¨¢s cosas en partidos de m¨¢s entidad, pero Lewandowski ha tardado muy poco tiempo en convertirse en la estrella indiscutible del equipo. Y tambi¨¦n en un l¨ªder que mete a sus compa?eros en los partidos, les da instrucciones y, si es necesario, les abronca. Ahora mismo, el Bar?a ya late al ritmo de Lewandowski.
El Bar?a ense?¨® en el 3-0 contra el Valladolid un poquito del descomunal potencial que tiene. Una defensa de 21 a?os de media que es capaz de jugar con 50 metros en la espalda porque ha ganado kil¨®metros por hora con Kound¨¦ y Balde. Un centro del campo en el que Pedri toca el viol¨ªn y Gavi se choca con el que se cruza. Y una delantera que puede alternar a los extremos que van por fuera (los titulares Raphinha y Demb¨¦l¨¦) y por dentro (Ansu y Ferran). Xavi, adem¨¢s, debe estar satisfecho con ciertos momentos de f¨²tbol de su equipo, que empieza a mezclar la verticalidad del principio de partido con esa pulcritud de la que habla el t¨¦cnico para conservar el bal¨®n cuando el equipo est¨¢ en ventaja y esperar a que el rival se descubra para rematarlo. El trabajo lo culmina Lewandowski. Un futbolista deluxe.