Nos ha dejado L¨¢zaro Albarrac¨ªn, una instituci¨®n en el Atl¨¦tico. Para los que no lo conozcan, L¨¢zaro puso su vida al servicio del Club Atl¨¦tico de Madrid, su gran pasi¨®n adem¨¢s de su familia. Simp¨¢tico, cercano, aunque tambi¨¦n con amor propio para ponerse en su sitio cuando la ocasi¨®n lo requer¨ªa y se trataba de defender al Atleti. Durante muchos a?os form¨® una pareja entra?able junto a Miguel P¨¦rez, quien ya nos dej¨® hace a?os. Otros tiempos, otro f¨²tbol, otras relaciones pero en el fondo siempre lo mismo: el amor al Atl¨¦tico. Como aficionado viaj¨® por toda Espa?a y Europa acompa?ando a su equipo, en un tiempo en el que desplazarse no era tan f¨¢cil como ahora. Posteriormente, ya formando parte del club, desarroll¨® una gran labor en el ¨¢rea social. Muchas pe?as y pe?istas saben de lo que hablo y del inter¨¦s de L¨¢zaro Albarrac¨ªn por agradar a las pe?as, el gran motor del Atl¨¦tico. Intentaba siempre ir a las comidas o cenas de aniversarios y atend¨ªa cualquier sugerencia de las mismas.
Pocas veces le vi tan feliz y emocionado como cuando inauguraron la plaza que lleva su nombre en su Lorca natal. Los miembros de la pe?a atl¨¦tica de esta localidad se volcaron con ¨¦l y hubo varias actividades para reconocer su labor y trabajo por el bien del Atl¨¦tico. Lo pasamos en grande. La pe?a Castillo de Lorca llora su fallecimiento y el Atl¨¦tico tambi¨¦n. Se ha ido un grande, una de esas personas que tienes la suerte de conocer en esta vida tan complicada y que nos pone tantas trampas. Adi¨®s, L¨¢zaro.