Las tres hamburguesas del fondista Valverde

Una de las cosas que convirti¨® a Fede Valverde en este futbolista incansable y pr¨¢cticamente indestructible fue ponerse en manos de un nutricionista. Le pas¨® tambi¨¦n a Carvajal, en su caso sac¨¢ndole tarjeta roja al gluten. Hay f¨ªsicos privilegiados que s¨®lo necesitan retoques en el combustible para pasar a ser una mezcla entre un F-1 y una tanqueta. En el tr¨¢nsito de Pajarito a Halc¨®n, Valverde abandon¨® la sabrosa comida casera de mam¨¢ Doris que conoc¨ªa desde que sali¨® del huevo por una alimentaci¨®n de deportista profesional. Ese clic (unido al entrenamiento mental) es el que le permite ahora ser inagotable justo cuando el Madrid necesita un fondista en el centro del campo para esta ultratemporada de siete t¨ªtulos en liza. Valverde es eso y m¨¢s.

Y con todo, el charr¨²a se da sus homenajes. Despu¨¦s de acabar exhausto la ¨¦pica vuelta en el Etihad en mayo pasado, hasta el punto de renunciar a lanzar uno de los penaltis, Valverde agarr¨® el delantal y se puso ante la parrilla de su casa con decisi¨®n. Su pareja, Mina Bonino, cont¨® la intrahistoria: Fede prometi¨® que se iba a comer tres hamburguesas si eliminaban al City. Dicho y hecho. Y bien ganadas. El cheat meal (saltarse un d¨ªa la dieta) si se hace, se hace bien. Hasta en eso Valverde es intenso. El Madrid seguir¨¢ teniendo un 8 ¡®rubio¡¯ (aunque sea oxigenado) a los mandos. De Kroos al valverdismo.

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