Se echaba de menos
No son pocas las personas, en su mayor¨ªa hombres, que estos d¨ªas me han hecho saber que sent¨ªan un gran hartazgo... Un mes con las jugadoras copando todos los titulares. Se les hizo largo.


No son pocas las personas, en su mayor¨ªa hombres, que estos d¨ªas me han hecho saber que sent¨ªan un gran hartazgo por las diferentes reivindicaciones hechas por las futbolistas de la Selecci¨®n espa?ola desde que fueron campeonas del mundo el 20 de agosto. ¡°?Pero, qu¨¦ quieren?¡±, dicen, a¨²n despu¨¦s de haberlas le¨ªdo pedir cambios estructurales en una RFEF que podr¨ªa ser la punta del iceberg de la sociedad profundamente machista que la sostiene. Lo repiten: ¡°?Que lo digan!¡±. A¨²n habi¨¦ndolas escuchado denunciar la discriminaci¨®n sistem¨¢tica sufrida como mujeres futbolistas. ¡°Alg¨²n d¨ªa dejaremos de estar rodeadas¡±, le digo a una Gemma Herrero que aparece en mi mente.
Pero quer¨ªa hablar de f¨²tbol. Porque, aunque a algunos se les haya hecho largo que durante un mes las jugadoras de este pa¨ªs hayan copado todos los titulares, lo cierto es que se las echaba de menos. Echaba de menos el juego de pies de Cata Coll, las subidas por la izquierda de Olga, la carrera incansable de Batlle, el liderazgo y la contundencia de Paredes, la circulaci¨®n de Teresa, el regate con la derecha de Aitana para su disparo con la izquierda, el atrevimiento de Athenea, el juego interior de Mariona... Ver a Aleixandri, Amaiur y Luc¨ªa Garc¨ªa (y ojal¨¢ pronto el resto), de Las 15, con la camiseta de la Selecci¨®n. Las delicatessen de Alexia. Los golazos de Eva Navarro. Han sido 33 d¨ªas. Las echaba de menos. Y el f¨²tbol tambi¨¦n a ellas.