Las chicas, los chicos y Pepe
Para m¨ª ha sido un fin de semana muy intenso en trabajo, viajes, y emociones. Toqu¨¦ en tres lugares diferentes el viernes, s¨¢bado y domingo. Cuando llegamos a Cand¨¢s, en Asturias, el s¨¢bado, vi con alegr¨ªa que el Atl¨¦tico de Madrid C Femenino se alojaba en el mismo hotel que yo. Un hervidero de camisetas rojiblancas inundaba el lugar, con mi consiguiente alegr¨ªa. Al d¨ªa siguiente ten¨ªan un partido contra el Sporting.
La misma ma?ana del domingo coincid¨ª con el equipo en la zona de desayunos y estuve a punto de largarles un discurso para agradecerles lo que est¨¢n haciendo por el f¨²tbol espa?ol, y para decirles que tienen todo mi apoyo y todo mi cari?o. Pero, por supuesto, no lo hice. Habr¨ªa parecido un abuelo cebolleta meti¨¦ndome donde no me llamaban y fastidi¨¢ndoles el desayuno a las chicas, las cuales me provocaban una mezcla hermosa de admiraci¨®n y ternura. Son el futuro del f¨²tbol espa?ol y yo estaba all¨ª, viendo c¨®mo charlaban y re¨ªan encantadas. Por cierto, creo que empataron a 1 ese partido. El d¨ªa anterior, el s¨¢bado, el Atleti de los chicos hab¨ªa sido arrollado por el Valencia. Pero ese no era el Atleti. Era un puzzle mal resuelto, lleno de bajas, enfermos, lesionados, etc¨¦tera.
Me duele decir que ya nos hemos descolgado de la clasificaci¨®n. Siempre pienso que las cinco primeras jornadas son las m¨¢s importantes junto a las cinco ¨²ltimas. Y ya hemos empatado un partido, hemos perdido otro y han aplazado un tercero. Bajonazo. A ver c¨®mo salimos de esta en Europa, que est¨¢ ah¨ª al ladito. El l¨ªder, nuestro vecino, ya nos saca ocho puntos, y si gan¨¢ramos el duelo aplazado con el Sevilla ser¨ªan cinco puntos. Demasiados para estar empezando. El domingo, tras el desayuno con las campeonas, me dirig¨ª a Galicia en el coche, escuchando con mucha tristeza el fallecimiento de Pepe Domingo Casta?o, al que conoc¨ª y pude tratar en algunas ocasiones, y que siempre me ofreci¨® un trato exquisito. ?l era, y es, un mito y un gigante de la radio. Descansa en paz, Pepe. Y gracias.