Laporta y los laportistas
Nunca imagin谷 tener que explicar lo que soy a estas alturas de la vida. O lo que no soy, que es todav赤a peor. Y lo que no soy es un opositor a Laporta. Ni un madridista disfrazado, mucho menos un centralista y, por supuesto, tampoco un est車mago agradecido de no s谷 muy bien qu谷 poderes ocultos, acusaci車n que me molesta por encima de todas las dem芍s porque si estoy un poco gordo es porque me alimento mal, no por comer gratis, mucho y bien. Solo lo dir谷 una vez y el que quiera entender, que entienda.
Joan Laporta me parece, de lejos, el mejor presidente que ha tenido el Bar?a en su historia, el que construy車 un equipo de leyenda -o dos, para ser m芍s exactos- despu谷s de heredar tres p芍ramos: uno deportivo, otro econ車mico y el social. Los dos primeros fue capaz de convertirlos en vergeles, pero con el tercero no tuvo tanta suerte, de ah赤 su salida tormentosa, incluida aquella acci車n de responsabilidad que puso contra las cuerdas a un buen pu?ado de familias, incluida la suya, con el benepl芍cito de la asamblea y las sonrisas despiadadas de Rosell, Bartomeu y compa?赤a. A esa lucha fratricida entre ismos parece agarrarse hoy Laporta para no asumir, al menos de momento, ninguna responsabilidad en lo ocurrido con el fichaje e inscripci車n de Dani Olmo, tambi谷n de Pau V赤ctor.
No se trata de una enmienda a la totalidad, como quieren interpretar algunos fieles al presidente, tan obcecados con las guerras de molinos que se muestran incapaces de aceptar cualquier tipo de error en la gesti車n, mucho menos amonestaciones. A Laporta no se le pueden exigir milagros, aunque los haya prometido. Ni que devuelva la salud deportiva y financiera al club en dos movimientos, como un maestro de esgrima, mientras ejecuta una obra fara車nica que los tan cacareados gestores del pasado fueron aplazando mientras malgastaban centenares de millones de euros en filfa. Pero si decide acometer el fichaje de Dani Olmo tiene que poder inscribirlo, sin necesidad de grandes circos ni de se?alar con el dedo a cualquiera que se escame por el resultado. Es su responsabilidad, que ya solo falta, carajo, que aparezca un tuitero con la foto de Cruyff a insinuar que es la m赤a.
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