Laporta y el cart¨®n piedra
La justicia es una palabra solemne. Roberto Saviano nos recuerda que no se trata de medirla en victorias o derrotas, sino de que sea el sistema m¨¢s eficiente para proteger a los m¨¢s d¨¦biles de los m¨¢s fuertes. Pienso en ello mientras leo el ¨²ltimo pataleo de Joan Laporta en defensa propia y c¨®mo algunos afines interpretan la justicia como un tema en el que solo vale ganar o perder. Llegaron a publicar el rifirrafe en un control de alcoholemia de la jueza que va a instruir el Caso Negreira.
En sus primeras intervenciones como presidente del Barcelona, Joan Laporta sol¨ªa usar frases como ¡°no vamos a defraudar a nadie¡± o ¡°no nos rendiremos ante las adversidades¡±. ?D¨®nde quedan esas promesas cuando nos enteramos de que el Barcelona est¨¢ siendo investigado por pagar siete millones de euros al exvicepresidente de los ¨¢rbitros espa?oles para obtener ventajas en el campo? Laporta y sus sat¨¦lites intentan vender esto como una guerra entre el Madrid y el Bar?a, como aquel verano en que se pelearon por el tuercebotas de Karembeu. Pero la relaci¨®n entre el club que preside y el n¨²mero dos del arbitraje espa?ol es intolerable. La justicia deportiva en este pa¨ªs parece ser una broma de mal gusto.
John Fante, en su novela Preg¨²ntale al polvo, dijo algo interesante sobre los juicios: ¡°Son un juego de azar en el que todo el mundo cree tener una buena mano¡±. Pero en el juicio p¨²blico, lo importante no es tanto tener una buena mano como hacerles creer a los dem¨¢s que la tienes. Y ah¨ª andan Laporta y el colectivo arbitral, jugando al p¨®ker con la opini¨®n p¨²blica. Mientras tanto, los aficionados, los d¨¦biles que dec¨ªa Saviano, seguimos con el culo al aire. Hoy se juega el Cl¨¢sico, pero ?qu¨¦ m¨¢s da qui¨¦n lo gane o qui¨¦n lo pierda? Lo que realmente importa es saber si este deporte, en el que invertimos nuestros ahorros y nuestra salud, es de verdad o simplemente una farsa de cart¨®n piedra.