Laporta compra la variable del tiempo
Reacci¨®n. Esta semana hab¨ªa que salir a la calle a ver qu¨¦ pensaba la Barcelona cul¨¦. El batacazo contra el Inter y la ca¨ªda contra el Madrid, afeada por una tremenda sensaci¨®n de inferioridad futbol¨ªstica, con Kroos bailando sobre un equipo con mand¨ªbula de cristal, hizo pensar en un momento caliente de consecuencias impredecibles. Por primera vez, se hab¨ªa visto a Xavi en una situaci¨®n de debilidad real; y ese runr¨²n de que Laporta nunca se ha cre¨ªdo al entrenador de Terrassa y de que le incomoda bastante que se haya saltado el escal¨®n del filial que s¨ª pisaron con ¨¦xito Guardiola (ascenso a Segunda B) y Luis Enrique (ascenso a Segunda), corr¨ªa como un reguero de p¨®lvora. Sin embargo, Laporta, que tiene buena cintura, se ha comprado de momento la variable del tiempo. Durante la semana, pues, se ha recordado la dificultad de los dos primeros a?os de Cruyff en la era N¨²?ez o el inicio turbulento con Rijkaard, que iba encajando goleadas por media Espa?a. Como la historia cada uno la escribe a su manera, muchos han obviado que a Cruyff lo que le salv¨® fue la Copa del 90 porque si no estaba fuera; y a Rijkaard el mismo Johan, que le pidi¨® a su amigo Jan cabeza fr¨ªa despu¨¦s del 5-1 de M¨¢laga. Sucede que, en aquellos a?os, y despu¨¦s de cuatro temporadas de sequ¨ªa (1999-2003), el mensaje de Laporta despu¨¦s de llegar a la presidencia (¡°el primer objetivo es estar entre los cuatro primeros¡±) hab¨ªa sido bien recibido por la gente. Ahora no lo sostiene ni ¨¦l, que admiti¨® en la Asamblea que el socio ya no puede estar cinco a?os sin ganar como antes. Eso, sin olvidar que el Bar?a tiene que empezar a recuperar dinero como sea porque hay quien se queda con los 865 millones que ha vendido en derechos del club, pero por el camino tiene dos l¨ªneas de cr¨¦dito m¨¢s: una de 595 millones por diez a?os que firm¨® con Goldman Sachs para generar algo de liquidez, y los 1.500 millones aprobados por los socios para el Espai Bar?a.
Esperanza. A pesar de esta carga y estas prisas econ¨®micas, sin embargo, el nuevo mensaje es que Roma, o sea los Bar?as imperiales, no se construyeron en un d¨ªa. Que con el primer Cruyff los jugadores no entend¨ªan ni los rondos, que Koeman jug¨® hasta de interior derecho hasta que se consolid¨®, que Laudrup no fue una estrella hasta que no encontr¨® su magia de pasador; y que Xavi o Iniesta no fueron estrellas hasta los 25 y Gavi y Pedri son cr¨ªos. Que el modelo Bar?a, en definitiva, es complejo y entenderlo es lento. Es posible, pues, que el proyecto de Xavi necesite tiempo. Y para eso, es necesario que el que se lo compra se crea el proyecto.