La vida en pretemporada
¡°Es mentira que con el tiempo todo pasa, nada pasa¡±, dice el personaje de Sus¨² Pecorado en ¡®Roma¡¯ (Adolfo Aristarain, 2004). Y es una verdad, de esas imbatibles. Si algo ocurre con el tiempo es que vamos a peor. Y a m¨ª, con mi afici¨®n al f¨²tbol me pasa. No soporto la competici¨®n. Me estresa la derrota. Soy un pesimista irremediable. Pienso que este equipo maravilloso que el a?o pasado nos hizo volver a sentir cosas importantes se va a caer como un peso muerto. Por eso la pretemporada es de mis partes favoritas de la temporada. Los fichajes, los canteranos, las revelaciones y encima con red. Porque da igual perder o ganar. A la pretemporada se viene a disfrutar.
Nunca olvidar¨¦ aquella portada de La Gazzeta dello Sport de agosto del a?o 2000. ¡®Che figure¡¯, dec¨ªa el titular sobre el papel rosa. La vi de refil¨®n en la Gare du Nord de Par¨ªs, donde transitaba medio zombie con mis amigos de Interrail. El Madrid le hab¨ªa metido cinco al Milan con Guti deslumbrante pero mi cerebro programado para la derrota lo entendi¨® a la inversa. Era el verano de Figo, pero tambi¨¦n de la venta de Redondo y dado que no ten¨ªa ni idea de italiano entend¨ª que el Madrid hab¨ªa sido humillado en un amistoso de pretemporada en San Siro. La prensa italiana se mostr¨® impresionada por las ¡°figuras¡± del Madrid en la que hab¨ªa varios canteranos: el propio Guti (ese d¨ªa con el 10 y el brazalete), Julio ?lvarez, Corona y Aranda. Arreglado el malentendido, creo que mediante una llamada telef¨®nica a casa, me vine tan arriba que en el libro de visitas de Notre Dame o el Louvre (no recuerdo el lugar), firm¨¦ con el nombre de esos canteranos y el siguiente titular: aqu¨ª habr¨¢ un Bal¨®n de Oro en la pr¨®xima d¨¦cada (Nunca he tenido muy claro d¨®nde escribir qu¨¦ cosas).
Guti era tambi¨¦n un enamorado de las pretemporadas. Tuve un viejo profesor en el colegio que nos dec¨ªa que el curso comenzaba con un 10 para todos. Y que estaba en nuestro esfuerzo la responsabilidad de mantenerlo. Me gustaba esa filosof¨ªa aunque acabara cada junio pidiendo la hora.