La torpeza de Montella con G¨¹ler
Hay entrenadores tan inteligentes que saben dejar su ombligo y orgullo en segundo plano, con tal de alinear al mejor en cada momento para que salga ganando su equipo. Es ese perfil que sabe que al bueno hay que ponerlo renunciando a los titulares de prensa que te dejen a ti en el centro de la diana del protagonismo. Eso ha sucedido con Montella y G¨¹ler en Dortmund. El italiano, en su d¨ªa un gran jugador de la Roma, ha tenido un ataque de celos infantil y absurdo al comprobar que el triunfo sobre Georgia volc¨® a un pa¨ªs entero y a la prensa de todo el mundo con la calidad incuestionable y fascinante de ese ni?o prodigio llamado Arda G¨¹ler.
La ecuaci¨®n era sencilla. Ganando Turqu¨ªa a la Portugal de Cristiano y Roberto Mart¨ªnez, consumaba su clasificaci¨®n como l¨ªder del grupo. Pero Montella debi¨® pensar que ese triunfo pasar¨ªa por una nueva exhibici¨®n del joven jugador del Real Madrid. En ese momento se le debi¨® iluminar su ombligo mientras miraba la pizarra del partido y se dijo a s¨ª mismo: ¡°Mejor dejo a mi estrella en el banquillo y si ganamos dir¨¢n que es gracias a m¨ª...¡±. Esa soberbia tuvo el castigo merecido. Exhibici¨®n de Portugal, gran partido solidario de Cristiano (la leyenda de 39 a?os ya es el m¨¢ximo asistente de la historia de las Eurocopas) y los vecinos lusitanos que ya est¨¢n en octavos por la puerta grande. G¨¹ler se sali¨® en s¨®lo 20¡ä. Pero era demasiado tarde...