La Suiza espa?ola
El jard¨ªn de Nadal.- Como es sabido por toda la Humanidad que ama el deporte epop¨¦yico, ah¨ª nuestro Rafa Nadal es imbatible, el manacor¨ª tiene un jard¨ªn privado aunque sea de tierra batida: la pista central Philippe-Chatrier de Roland Garros. All¨ª solo ha sufrido tres derrotas en 18 a?os, acumulando 112 victorias y 14 t¨ªtulos. Pues salvando las enormes distancias entre ambos mundos y pidi¨¦ndoles perd¨®n por mi osad¨ªa al meterlos en el saco de la comparativa, Espa?a se mueve en Suiza como si fuese su segunda casa. En el pa¨ªs de Federer hemos jugado 17 veces y no hemos perdido ni un solo partido (13 victorias y cuatro empates). En esto tiene mucho que ver la amplia colonia espa?ola que habita en el pa¨ªs helv¨¦tico desde hace m¨¢s de 70 a?os. En Ginebra fue emocionante ver c¨®mo en la ceremonia del himno espa?ol miles de gargantas tarareaban nuestro ¡®Lo, lo, lo, lo¡¯ con un entusiasmo que obliga a tomarse en serio estos compromisos de la Nations League, por mucho que en algunos momentos el tedio y la falta de motivaciones sangu¨ªneas te hacen pensar si merece la pena quitarles a los jugadores dos semanas de vacaciones para afrontar esta Eurocopa B de dudoso relieve.
Currantes.- El caso es que la tropa de Luis Enrique sigue afrontando estas citas con un ¨ªmpetu admirable y un ardor guerrero que impide desconectarse de los nuestros. Cierto que el juego que despliegan no es precisamente un canto al f¨²tbol de fantas¨ªa y de alta alcurnia. Pero esa presi¨®n elevada que a veces tiene un perfil casi fan¨¢tico, con las camisetas blancas empapadas en sudor por la humedad emanada del Lago Lem¨¢n, te obliga a ponerte en su piel y darles las gracias por querer dignificar la imagen de La Roja. Pero no es f¨¢cil. En el descanso del partido pusieron un anuncio de una marca de cerveza que patrocina a la Selecci¨®n, recordando desde 1920 (la plata ol¨ªmpica en Amberes), 1964 (campeones de Europa) o la riada humana en Madrid tras levantar Casillas en Johannesburgo nuestro ¨²nico Mundial (2010). Solo hace 12 a?os de aquello, pero esos maravillosos recuerdos parecen residir en el pa¨ªs de Muy Muy Lejano (Far Far Away), de la entra?able pel¨ªcula Shrek. Pero no me rindo. Hace unos meses ganamos a Italia en su guarida y casi tumbamos a la Francia de Karim y Mbapp¨¦. Por so?ar que no quede...
Unos amigos.- Al menos, aquellas conquistas nos han granjeado el respeto del colectivo arbitral. El holand¨¦s de apellido impronunciable por su origen turco, G?z¨¹b¨¹y¨¹k, no pit¨® penalti a Pau Torres por una mano que vimos la mayor¨ªa. Y el gol de Pablito Sarabia fue validado por Danny Makkelie desde el VAR. Este fue el ¨¢rbitro de la feliz remontada del Madrid con el PSG en el Bernab¨¦u. Good referee.
El vigor de Marcos y Gavi.- Hay cosas que s¨ª me gustaron. Al lado del insustituible Sergio Busquets Burgos (el cerebro de Bad¨ªa del Vall¨¨s sigue jugando con una inteligencia t¨¢ctica incre¨ªble), Luis Enrique meti¨® heavy metal al escoltarle con Gavi y Marcos Llorente. Dos purasangres que plantaron cara a los musculados suizos. El hijo de Marcos y nieto de Marquitos explot¨® su velocidad para dar a Sarabia el gol de la victoria. Otra conexi¨®n ¡®made in Valdebebas¡¯. Y otro canterano blanco, Morata, hizo un desgaste f¨ªsico arriba espectacular. Es el nueve m¨¢s solidario del actual mapa.
Vaya susto.- Lo peor lleg¨® al final. Una salida alocada de Unai encendi¨® la mecha. Embolo nos perdon¨® la vida, pero los suizos rozaron por dos veces el empate. Al menos ganamos, que ya es noticia. El domingo, en una Rosaleda llena, que esto cambie ante los checos. Please.